DONDE NOS PONE LA VIDA
MAC ARAVAN
DONDE NOS PONE LA VIDA
Por MAC ARAVAN
Editorial 2010
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DONDE NOS PONE LA VIDA
Por MAC ARAVAN
INTROITO…
-Desde la decisión de trasladar al papel lo que venimos gestando desde hace mucho tiempo, buscamos afanosamente un título que describa con rotundidad y precisión el argumento y salvo que, para cuando este trabajo vea la luz ya figure registrado -o lo esté en este momento-, éste es el seleccionado.
-Es posible que este enfoque sea propio del impenitente advenedizo con el que nos identificamos y que a los profesionales no les preocupe lo más mínimo porque sepan que surgirá en el proceso creativo o por cualquier otra causa, pero sin título en el que apoyarse no nos veíamos alentados para comenzar.
-Y el título se relaciona necesariamente con el hecho de que, si bien a lo largo de la vida el hombre no deja de tomar decisiones, son sólo unas cuantas, puntuales, las que van a ir determinando su vida, aunque él no tenga en ese instante conciencia clara de su trascendencia.
-De un modo mecánico o subconsciente, toma cientos de decisiones al día, comenzando por la que determina el momento de levantarse de la cama de manera que esta primera decisión va a condicionar, aunque no lo cuestione o no lo imagine, todas las demás.
-Mientras decide qué va a desayunar –lo que resultará beneficioso o perjudicial dado que sin llegar a emponzoñarle puede tornarse indigesto-, o si, con las mismas consecuencias decide hacerlo en una Cafetería; arriesga su integridad al utilizar la ducha –cuyo plato resbala peligrosamente porque no encuentra, a pesar de tenerlo previsto, el momento de aplicar un producto antideslizante, etc.-, se van entretejiendo las causas que desembocarán en una que sí va a resultar determinante y, a la vez, la base de otras que irán conformando la pirámide de su vida.
-No supo ni pudo figurarse que se le hubiera complicado la vida si hubiera consumido la leche que quedaba en el envase dado que ya la había adquirido caducada y llevaba varios días abierto. Tanto era así que al día siguiente y con más calma, pudo comprobar que se había degradado hasta el punto de despedir un olor sospechoso y se vio impelido a deshacerse de ella.
-Podríamos seguir intentando describir todas y cada una de las decisiones que va a tomar a lo largo de la jornada y que, como dejamos dicho, la una va a condicionar la siguiente y ésta todas las demás, pero podría resultar un afán vacuo y pesado que resultaría poco útil, atendiendo al fin de este relato.
-Lo que pretendemos es poner el acento en aquellas decisiones que a través del tiempo se puede fácilmente comprobar que sí influyeron en las trayectorias vitales y que, con mayor o menor violencia conformarán la quebrada línea resultante si se llevara a una gráfica.
-Y si las decisiones van trazando las trayectorias trascendentes, que no discurren al margen de la suerte pues, si ésta se define como “la circunstancia exógena a la voluntad del individuo, que determina el resultado de un evento”, las que se van a ir tratando aquí por su carácter condicionante, se vieron influidas, como las demás, por el azar que va mostrando sus dos caras y que, para el protagonista, fue valorado positivamente aunque, en lo inmediato, aparentara lo contrario.
-Nos proponemos relatar los aconteceres en la vida de EmeA, tal y como se han producido, derivados de aquellas decisiones que fue tomando, unas plenamente convencido y otras porque no había o no encontró nada mejor, y que ambas conformaron un recorrido que, a no dudar, hubiera discurrido en otro sentido de no haberlo hecho o si las adoptadas fueran otras.
-Esto no quiere decir, como piensan los fatalistas, que si por haber tomado una decisión en un sentido las cosas salieron mal, tomando la contraria hubieran resultado bien necesariamente.
-No alcanzará la categoría de biografía o catálogo de memorias, para cumplir un compromiso de principio que trata de responder al afán del protagonista que considera, de otro lado, que carecería de interés científico, técnico, etc., y menos aún para los consumidores de relatos sentimentales aunque, como el común de los seres humanos, haya protagonizado hechos relacionados con los giros citados y alguno más y que no van a ser tratados en este ensayo.
-Si cuanto se relata aquí se valorara únicamente en términos de inmediatez económica podría concluirse, erróneamente, que se trata de una serie prolongada de fracasos y decepciones cuya gestión ha ido encarando sucesivamente el propio EmeA con la grandeza de ánimo contenida en la estrofa de los conocidísimos versos de RUDYARD KIPLING que dice :
-“Si puedes soñar sin que los sueños te dominen, si puedes pensar sin que el pensamiento sea tu fin, si puedes enfrentarte con el éxito y con el fracaso, y tra-tar a los dos como impostores…”
-Enormemente enriquecedor, resultará, si la valoración, en cambio, se hace desde la perspectiva cultural, intelectual, humana, etc., dejando de manifiesto que, si al encarar los finales de la existencia en el balance aparecen muchos más hechos positivos que negativos, no puede hablarse de fracaso, y menos aún si se llega habiendo conservado las amistades mejores y se hubieran acumulado a este activo otras nuevas de gran calidad.
-Referirse a la mayoría de las personas intervinientes en los hechos relatados, que son tan reales como los escenarios en que se desarrollaron, por el nombre de sus iniciales, responde a la fórmula elegida para que no se pueda saber, a priori cuál o cuáles preferimos que no se identifiquen fácilmente por aquéllos que los han conocido y/o tratado y que pudieran interpretar que no salen bien parados precisamente.
-Del mismo modo y por idénticas causas, hemos trocado el nombre de la mayoría de los lugares, de la Empresas y de las actividades en que se desarrollaron los hechos, manteniendo la esperanza de que no hagan ningún esfuerzo por descifrar los verdaderos y las ubicaciones reales ya que, probablemente, no contribuya siquiera a alterar el criterio que se pudiera tener respecto de los aludidos en relación con cuanto se afirma aquí.
-A la vez pedimos disculpas anticipadamente si la fórmula resulta un tanto “jeroglífica”, pero creemos que para seguir el curso de los relatos no será obstáculo si realmente conseguimos, primero despertar y luego mantener el interés por conocer los respectivos desenlaces.
-Esta razón, no obstante, no oculta nada que no se pueda sostener en cualquier foro pero, como muchas de las personas ya no se encuentran entre nosotros, no podemos consultarles acerca de lo que opinarían sobre aparecer aquí con sus nombres y apellidos y esta deferencia, de otro lado, es nuestra forma de rendirles a algunas y a pesar de todo, un cortés homenaje.
-En cualquier caso, es nuestra intención que este trabajo recoja los hechos tal y como se produjeron porque, con Antonio Machado, defendemos que “la verdad es la verdad dígala Agamenón o su porquero”.
-Se estructura este relato en torno a tres décadas, que hemos de situar entre 1955 y 1964 la primera, de 1965 a 1974 la segunda y de 1975 a 1984 la tercera, todas ellas aproximadamente, en cuyo último período la presencia de JotaErre en la vida de EmeA se va diluyendo como se diluyó el régimen franquista (el único de aquel tipo que se conoce, que comienza inmerso en una histórica miseria social en todos los sentidos, de la que no se le puede culpar por mucho que se fuercen los argumentos, y concluye dejando la riqueza en la que se apoyó el mayor desarrollo social y económico que le sucedió), que vio la llegada del propio ocaso político y físico de JotaErre hasta desaparecer oculto en la profunda sima del alzheimer.
-Si en los dos lustros finales se debilita hasta esfumarse la presencia de JotaErre, las dos primeras décadas sí estarán caracterizadas por la influencia ejercida en la concreta vida de EmeA que lo “descubre” a edad temprana y cuya huella lo irá marcando, aunque nunca lo emulara de modo consciente o inconsciente -hecho que JotaErre captaba y que valoraba muy positivamente- y cuya admiración pudo haberse convertido en una latría si los hechos no hubieran puesto al descubierto la verdadera dimensión del personaje, una de cuyas características era que su filantropía, como podremos ir constatando, se asemejaba, como poco, a los “principios” de Groucho Marx.
-Desde los inicios, EmeA manifestaba un carácter serio y responsable que en algunas ocasiones chocaba y en otras se complementaba con una indolencia que solía exagerar el propio JotaErre que utilizaba ex profeso su “volumen” jocosamente en tal sentido.
-En la década previa a las mencionadas, en la que se desarrolla la infancia de EmeA, puede decirse que no pasa en absoluto desapercibido o confundido con el resto de sus compañeros, sino todo lo contrario.
-Manifiesta ya alguna habilidad que va apuntando a un liderato ejercido con cierta mesura con sus hermanos y amigos y que, como sucede generalmente, suscita a partes iguales simpatías y lo contrario y que supondrá, como veremos, una constante en su vida.
-No obstante, con el fin de situar el relato para los lectores de las generaciones posteriores a la suya, dejamos aquí plasmadas las efemérides acaecidas en el lustro que va desde 1950 a 1954 y que destacaron los encorsetados medios de comunicación de la época, al tiempo que nos permitimos sugerirles que amplíen cuanto puedan el conocimiento de aquellos tiempos sin el que difícilmente pueden entenderse los actuales o lo que es peor, podrían entenderlos mal.
-Del mismo modo, nos proponemos colocar también al final los hechos destacados en el mundo y en España en el resto de las décadas mencionadas, tomados de diversos autores y epítomes cuya paternidad no pretendemos adjudicarnos, así como la composición de los diferentes Gobiernos que se fueron sucediendo durante el período de tiempo tratado aquí, a través de cuyos cambios nominales y personales se podrán apreciar también las variaciones que iría experimentando el Régimen y el País.
-Constatarlos exige un estudio que no será objeto de este trabajo. A hacerlo, no obstante, invitamos a los lectores de las generaciones posfranquistas y, naturalmente, a cuantos no se conformen con las versiones controvertidas de la historiografía oficial.
-Acompañar la mayoría de los relatos o cada retazo de una máxima, un refrán, un verso o, en suma, de un aforismo, es una tentación que no podemos soslayar. No obstante, como aceptamos de antemano que caben diversas lecturas por parte de cada intérprete, sin duda, ha de aparecer en el vastísimo catálogo castellano y por ende español de dichos y refranes, alguno más que se acomode a cada exégesis.
-(Al referirnos a las composiciones gubernamentales transcribimos los nombres en color púrpura* para indicar los cambios y sustituciones en los correspondientes Ministerios respecto a Gobiernos anteriores y, con un asterisco señalamos los Ministros con los que JotaErre , según pudo constatar EmeA, mantenía relaciones más o menos fluidas de amistad que en cada momento manejaría con extraordinaria habilidad, lo que no supone que no se relacionara con alguno más aunque no alcanzara esta categoría.
-Renunciamos no obstante a intentar siquiera catalogar a la pléyade de Gobernadores Civiles y Militares, Secretarios Generales, Subsecretarios, Delegados Provinciales, Alcaldes y Jefes Locales del Movimiento y otros Altos Cargos de quienes se valía para sus fines, negando rotundamente, de principio, que su utilización implicara para alguno corrupción, prevaricación o cualquier otra figura delictiva que, de haberse dado, o al menos, de haberla conocido EmeA, quedaría reflejada aquí.
-Subrayamos los nombres de los Ministros militares, porque entendemos que permiten apreciar de una ojeada el hecho de que estos Ministerios, por su trascendencia, y a pesar de la adscripción política de sus titulares -lo que obviaremos en este ensayo porque no corresponde a la filosofía que lo inspira-, no han sido desempeñados por civiles).
*Con el mismo fin, en la versión monocolor, dichos nombres aparecen en cursiva.
* * *
I
Matar dos pájaros…
-Pasamos por alto, por su falta de interés, las decisiones que fue tomando EmeA desde los primeros años de su existencia que se circunscribieron -hasta donde es capaz de recordar e interpretar- a cuestiones relacionadas con los juegos, el ocio y poco más, ya que, entonces no pudo manifestar criterio alguno respecto de su educación, el calzado, el vestido y demás aunque tampoco hizo falta -por poner sólo algún ejemplo-, como ocurre con las generaciones que le sucedieron.
-Le enviaron a un parvulario, a un colegio juvenil intermedio caracterizado por su marcada dedicación a la instrucción en materia de urbanidad y de religión y cuando cumplió la edad requerida lo matricularon en un colegio normal de cierto prestigio en cuanto a la disciplina y no tanto en lo relacionado con el intelecto (aún recuerda la envidia que le daban los amigos que asistían a la escuela pública porque le parecía más divertida y menos severa que el centro al que concurría), y allí se incorporó al grupo en que se preparaba a los alumnos para ingresar en la “carrera de Comercio”, que es como se conocía el Peritaje Mercantil en un tiempo en que los hijos de los miembros de determinada clase social, con algunas excepciones, podían aspirar a prepararse en la “teneduría de libros” y poco más, en tanto que las carreras de letras y las ingenierías estaban “reservadas” para los hijos de los integrantes de las clases media y alta.
-En este proceso tampoco pudo influir con su opinión en absoluto y todo transcurría por la senda de la normalidad, si es que puede decirse así, hasta que su vida va a dar un sesgo decisivo derivado de la “pequeña-gran” decisión que toma y que no fue rebatida por la autoridad de sus mayores.
-Es muy importante dejar apuntado cuanto antes, porque forma parte de una de sus señas de identidad a lo largo de su existencia, que ya en aquel tiempo manejaba con cierta soltura aquellos aspectos de la formación y el conocimiento de tal manera que conseguía dar a entender que sabía más de lo que sabía, aunque, lo cierto, es que resultaba un mediocre y desubicado estudiante.
-Se fue dando cuenta de que el estudio exigía un esfuerzo de concentración mayor que el que estaba determinado a hacer y no veía el modo de salir de aquella, para él, vorágine en la que se encontraba atormentado, similar al incierto discurrir de un cuerpo ligero en medio de un feroz huracán, que es como él lo percibía.
-Asistía a las clases que impartía el profesor de “preparatorio”, Don Ramón Pertierra, el cual pronto apreció sus habilidades en materia de dibujo al punto que, a mitad del curso y cuando tenía que abandonar momentáneamente el aula y coincidía con las explicaciones de la asignatura de geometría –una de sus debilidades- le distinguía encomendándole la “suplencia” para que no se viera interrumpido el ritmo de la sesión.
-Puede decirse que conocía todas las fórmulas de la geometría plana y una buena parte de la llamada geometría del espacio, como se titulaban entonces estas asignaturas y era capaz de plasmarlas con aceptable calidad en el papel y en la pizarra, aunque no tenía ni remota idea de para qué servían si bien es cierto que con no poca habilidad, conseguía que el interlocutor de turno no se sintiera interesado por conocer estos extremos.
-Pero esta ignorancia no se circunscribía a la geometría sino que se extendía a todas las demás materias (es posible que se salvara parcialmente alguna), de modo que tenía que valerse de algunos trucos para ir “capeando el temporal” sobremanera en las de física y química con las que mantenía una relación de “amor-odio” similar a la establecida con la geometría.
-Dado que no había nacido aún el “bachiller por ciencias”, la preparación y, a continuación, el estudio específico se cursaba en la “carrera de comercio” que es como vulgarmente se llamaba al Peritaje Mercantil, como dejamos dicho, en el que la “bestia negra” para él era el álgebra que, junto con las “mates” no conseguía asimilar al punto que, siempre que podía y cuando los profesores correspondientes se lo permitían, aposta o haciendo la “vista gorda”, se colaba con los alumnos de bachillerato donde las clases de “letras” le resultaban más atractivas por su amenidad.
-Sin darse cuenta apenas, aunque nunca supo cómo, consiguió aprobar el ingreso tras un examen oral que se rendía frente a un tribunal de la Escuela de Comercio de la Capital, al contrario que los estudiantes de bachillerato que se examinaban en el propio Colegio, para gozo de éstos y envidia de los otros porque no podían beneficiarse de la evaluación derivada del aprovechamiento durante el curso.
-Y no sólo daba a entender en el Colegio y en otros ámbitos que sabía más de lo que sabía realmente sino que alcanzaba ¿cómo no? a la esfera familiar y, en particular, a su padre que a mediados del curso de “primero” le encomendó que calculara el número de tablones para la obra que se podían obtener de un bosquecillo de álamos que venía tratando con su propietario, con la esperanza de que resultara más rentable adquirir los árboles en pié, en lugar de acudir directamente, como era habitual, a comprarlos en la fábrica de maderas .
-Estuvo evitándole con mil y una evasivas, porque no tenía ni idea de cómo se medían los árboles, hasta que, transcurridas varias semanas se vio obligado a reconocer ante su padre que no sabía hacerlo.
-Aún conserva grabada en su mente la cara de estupor que mostró, aunque no dijo una palabra, y aún puede reproducir la náusea que le produjo aquella muda crítica emitida con la furibunda mirada que le dedicó seguida de un desencuentro que duró varias semanas.
-No fue capaz de entender hasta bastante tiempo después, que la fórmula para la cubicación de los árboles era la del cono truncado, tantas veces manejada por él incluso con cierta soltura en la pizarra del aula de clase -donde se empieza a experimentar la congoja que produce, además del miedo reverencial el miedo escénico-, aunque no supiera cuál era su utilidad práctica.
-Cuando su padre se dirigió a él lo primero que le dijo fue que no podía comprender qué hacía en el Colegio si después de los varios años de instrucción, desde el parvulario hasta entonces, no había conseguido aprender nada útil.
-Sobremanera porque comparaba, inevitablemente, el escasísimo tiempo en el que él mismo pudo asistir a la escuela pública de la que lo sacaron con poco más de once años, habiendo aprendido a leer y escribir con dificultad, las cuatro reglas en grado elemental y poco más.
-EmeA sintió la necesidad de compensar a su padre por la decepción experimentada y así fue cómo se empezó a “cocinar” la idea de abandonar el estudio, para el que llegó a convencerse de que no estaba dotado en absoluto, cuando, probablemente, aquel déficit manifiesto no se debía a incapacidad intelectual sino, más bien, intelectiva, esencialmente debida a que sus instructores se dedicaron, con la mejor intención, sin duda, a enseñarle a aprehender materias pero poco o nada más.
-Con los años apreció esa misma carencia en alumnos de generaciones sucesivas, pero a él ya le serviría de poco; el mal estaba hecho.
-No hizo falta que pasaran muchos meses y en el primer contratiempo de cierta envergadura que surgió, tomó la que sería la primera “pequeña-gran” decisión que citamos anteriormente y que iba a influir categóricamente transformando su vida: ¡decidió dejar el estudio!
-Llegó a casa y, aprovechando una ocasión que le pareció propicia, dijo que no volvería al Colegio y su padre, con los ecos aún frescos de la decepción en el tema de la cubicación de los árboles y/o porque creyera que había malgastado sus esperanzas e ilusiones con él, de un modo sorprendentemente frío dijo únicamente: ¡mañana a las ocho te quiero ver en la obra! y ello a pesar de estar decidido a hacer el esfuerzo necesario para que tanto EmeA como sus hermanos alcanzaran lo que la vida le había negado a él, empero que los tiempos no estaban para muchas alegrías y lo más tentador, sería, como poco, economizar en todos los campos posibles aprovechando de paso todos los brazos disponibles cuya utilidad empezaba, si no producían ingresos, al menos, cuando no generaran gasto.
…de un tiro
-Y esta primera decisión de EmeA que significamos, se produce al comienzo de la década que va desde 1955 a 1964 en una situación que algunos autores denominarán “plenofranquismo”, en la que las gentes se afanaban por resolver lo más perentorio, mientras que por el rabillo del ojo miraban hacia atrás como para no olvidarse de lo pronto que habían transcurrido tres lustros desde que se pronunciara aquella lapidaria frase: ¡Vencido y desarmado el Ejército Rojo…! …y lo largo que se les estaba haciendo.
* * *
II
No hay mal …
-EmeA supo, pasado mucho tiempo, que su padre albergaba la esperanza de que la dura realidad del trabajo le haría recapacitar y volvería al Colegio para continuar unos estudios que deberían desembocar en la conclusión de la carrera de Aparejador (hoy Arquitectura Técnica) que, al parecer, suponía su oculta esperanzada ambición.
-Pero los comienzos del radical cambio de vida en el que se embarcaba partían de un yerro monumental: al llegar el primer sábado que era cuando cobraban los trabajadores, le entregó un sobre con su “sueldo” y, sin lugar a dudas, produjo el efecto contrario al deseado.
-Craso error de su parte; interpretó que ésa era la auténtica ambición de su padre al que necesitaba compensar por el disgusto que le había causado y ya, sin retorno, continuó en la obra hasta su muerte, bastante prematura, intentando con diversa fortuna, responder a lo que consideraba que eran sus expectativas.
-De repente su vida experimentó un cambio extraordinario partiendo de un escenario que nada tenía que ver con aquél en que venía desarrollándose el teatro de su existencia.
-Considerando ponderadamente la situación, puede decirse que era un adolescente privilegiado que tenía ante sí un esperanzador futuro, sin perjuicio de que, en más de una ocasión, hubiera vuelto al estudio a poco que percibiera una “señal”, aunque ello supusiera tragarse el orgullo que tenía y la vergüenza que le habría producido encararse con sus profesores y con los compañeros que, lógicamente, se distanciarían de él algún curso.
-Muchos años más tarde se reconoció en la actitud de uno de los hijos de su amigo Felipe Ovejero que, como él, llegó a casa diciendo que no quería seguir estudiando y que lo que quería era ser mecánico de automóviles.
-Su padre, muy habilidoso, habló con un amigo que tenía un taller mecánico, le contó lo sucedido y le pidió que cuando llegara su hijo a pedir trabajo lo contratara con el mínimo sueldo y el máximo de exigencia.
-Le dijo a su hijo que, por un cliente del Banco sabía de un taller mecánico que pedía un aprendiz y allí se dirigió. Fue contratado y empezó a trabajar al día siguiente.
-No llegó a saber que el jefe y su padre (que mientras duró el “contrato” no fue por el taller), eran amigos y estaban de acuerdo para que le encomendara las tareas más ingratas, con la esperanza de que renegara de la decisión o se decantara como un vocacional y auténtico mecánico de automóviles.
-Sucedió lo primero. Para el curso siguiente se reincorporó al estudio y concluyó una, aunque no brillante, al parecer, aceptable carrera.
-La vida de EmeA, a partir de los millares de decisiones con consecuencias concatenadas que, como los demás seres humanos tomó sucesivamente, va consolidándose, por decirlo de algún modo, en la actividad que realiza en la empresa paterna y que alcanzó, según su propia percepción, la categoría de profesión u oficio y sirvió para que, un tiempo después del fallecimiento de su padre, pudiera ocupar, con aceptable fortuna, el cargo de Jefe de Obra de una empresa constructora, de la que hablaremos más adelante, cuyo director estaba seriamente afectado de “titulitis”, obstáculo que salvó con holgura a pesar de que carecía de la credencial de Aparejador, que como poco, venía a condicionar la aceptación de los aspirantes al puesto de trabajo.
-También se debió, curiosamente, a una decisión que va a afectar a su trayectoria aunque, como casi siempre, no pudiera imaginarlo.
-Cuando fallece su padre y se derrumba la personalísima empresa por él creada y sostenida, no sólo se desmorona la empresa en sí, sino que se descompone el núcleo familiar del que procede, que se disipa como el humo llevándose consigo, en palabras de JotaErre, ”la llave de la despensa”.
-Hacía muy pocos meses que había participado en la creación de su propia familia que se vería arrastrada también por el evento y sin que transcurriera mucho tiempo se encontró en el “paro”, con el agravante de que no percibía prestación económica alguna ya que, entonces, no existía la pensión no contributiva o equivalente y no había estado afiliado a la Seguridad Social, por lo que se encontraba en la más desoladora de las bancarrotas.
-En ese momento había agotado los escasos recursos económicos que había conseguido salvar después de liquidar, hasta donde pudo, un importante número de las deudas que había heredado.
-La situación le obligó a “refugiarse” en el entorno de la familia conyugal y comenzó una, para él, humillante peregrinación en pos de un trabajo que le permitiera sostener decentemente a su recién creada familia que ya contaba con una hija y otro se encontraba “en camino”.
-Para entonces y sin que para él hubiera concluido la “travesía del desierto”, también había fallecido su madre que, al contrario que su marido, llegó a conocer a la primogénita de su prole.
-Con el fin de ocultarse prudentemente de lo que percibía como la mirada acusadora de las gentes, empleaba todas las horas que no dedicaba a buscar trabajo (para él eran “los lunes”,” los martes”, “los miércoles”…al sol”), pescando con caña y en tal faena se encontraba, cuando un mensajero de quien fue convirtiéndose en su pseudo valedor, JotaErre, llegaba con la misión de localizarle y pedirle, en su nombre, que lo acompañara al solar de un cuñado suyo que estaba enredado en el comienzo de un edificio de viviendas y locales comerciales en BANSANESTE, situado al otro lado de la ría, muy próximo, aunque para llegar hubiera que recorrer varios kilómetros de carretera o salvar la distancia en una lancha de pasaje que fue, durante algún tiempo, el medio de transporte que EmeA iba a utilizar de forma obligada, aunque él, entonces, no se lo figurara.
-Tampoco pudo imaginar que, como consecuencia, iba a tomar una decisión que influiría en su vida en la forma en que lo hizo.
-Acompañó al mensajero (se llamaba Socel y había sido alcalde socialista con la República por cuya causa vivió desempeñando el oscuro papel de “topo” muchos años, a pesar de no tener responsabilidades que rendir), presentándose en el lugar donde se encontró un panorama singular, por no decirlo de otro modo, que no se puede dejar de relatar, aunque sea de forma abreviada.
-Tal cuñado pretendía llevar a cabo la realización de la obra directamente, es decir, sin la intervención de un profesional contratista y creyó encontrar la solución contratando los servicios de quien pasaba por ser encargado de obra.
-El solar, que había sido un almacén hasta muy poco tiempo antes, se hallaba situado entre dos calles (digamos mejor dos carreteras), con una diferencia entre una y otra cotas del orden de los 9 metros y, en el proyecto, el acceso a uno de los bajos comerciales resultantes y el portal de ingreso a las viviendas, se ubicaba por la de la cota superior, algo que pudo comprobar cuando le facilitaron los planos y ello a pesar de que la tarde decaía cuando llegó y la visibilidad era, por tanto, escasa.
-En el suelo y por medio de estaquillas, se había replanteado la cimentación combinada de zapatas y zanjas, alguna de las cuales correspondía al saneamiento y, de cada punto de una cuadrícula de un metro de lado surgía un puntal de madera de eucalipto.
-La visión en aquel inolvidable, por muchas razones, atardecer, era fantasmagórica. Cada puntal, a lo largo de los más de nueve metros de altura, se hallaba unido a los otros por medio de riostras de madera cruzadas formando castilletes en toda su longitud y, rematando algunos, se encontraba ya parte del encofrado que sustentaría la placa del primer forjado cerámico con las correspondientes cajas para las vigas de hormigón armado.
-¡Asombroso!
-¡No se habían excavado aún las fosas y zanjas de la cimentación; no se habían fundido, en consecuencia, los arranques y los pilares y ya se estaban preparando los encofrados de la primera placa!.
-Le entraron escalofríos cuando le dijeron que el proyecto del “genial” encargado consistía en hormigonar zapatas, zanjas, pilares y placa, ¡de un tirón!.
-Cuando manifestó su estupor y advirtió de la irracionalidad del plan, le dijeron que alguien había alertado al promotor sobre las tendencias disparatadas del sujeto; éste había trasladado la información a JotaErre, que no entendía, al igual que su pariente, nada en absoluto de construcción, el cual, como primera providencia, sugirió que se escuchara, al menos, lo que al respecto pudiera opinar EmeA quien, ciertamente, no contaba con la confianza del cuñado que accedió a regañadientes, dada la animadversión personal que tenía contra él, alentada por la inquina insidiosa de un ex amigo conocido como “Pocachicha” al que tendremos ocasión de referirnos más tarde.
-El que, por el contrario, tenía en gran estima su calidad y competencia era JotaErre que gozaba a la sazón de gran pronunciamiento popular por las razones que podremos verificar, por lo que sus opiniones penetraban a afines y no tan afines a pesar de que, como iremos viendo, pocas personas hubieran llegado a conocerlo como EmeA.
…que cien años dure.
* * *
III
El que da primero…
-JotaErre, al que no se le recuerda ejerciendo oficio o profesión concreta, suponía lo que años más tarde, dando título a un programa de televisión, se conoció como “El Conseguidor”, si bien el personaje televisivo era estrictamente altruista mientras él, y utilizando una de sus habituales frases “daba la leche como las nodrizas: a tanto el litro”, con escasísimas excepciones.
-Pertenecía a aquella Falange que surge como un movimiento-reacción escatológicamente utópico, con vocación centrípeta absorbedora de los extremismos y que, paradójicamente, superaba a la derecha por la derecha y a la izquierda por la izquierda, por cuyo motivo nace ya condenada a muerte por el capitalismo al uso y por el proletarismo imperante a la sazón en medio mundo.
-De la “puntilla” se encarga Franco con la colaboración de los “Girones”, los “Fernández-Cuesta”, los Cuñadísimos” y otros, a pesar de que, algunos románticos dentro del falangismo como JotaErre, vivieran hasta el último de sus días con la esperanza de lo que, al igual que la “venida del Espíritu Santo” para los católicos, suponía para éllos la “Revolución Pendiente”
-Hijo de un Palma de Plata cuya distinción le fue impuesta personalmente por José Antonio y de lo que, sin rubor, alardeaba constantemente JotaErre, vivió toda su existencia, o la mayor parte de ella, “parasitando” a la sociedad que consideraba tributaria de su “sacrificio”, actitud que llevaba a cabo arrogantemente mirándola como por encima del hombro.
-Miembro destacado de la “Vieja Guardia”, militó en la División Azul de la que fue rescatado por su padre porque se había alistado falsificando la documentación que demostraba su minoría de edad y alcanzó la “gloria” durante el período en que contaba con un Acta de Diputado por TURIASAS que le permitió acumular el mayor número de contactos influyentes de su “carrera” que luego utilizó en su beneficio.
-Aunque aparentara generosidad cuando por su mediación se resolvían problemas de diversa índole previo pago de los gastos de desplazamientos, estancias, “sobornos” (compensaciones, como gustaba decir), de un amplio y variopinto número de personas y entidades presionadas política y/o económicamente, cobraba la “minuta” por su intervención. Aprovechaba lo que, aún siéndolo, no se conocía con el título de “tráfico de influencias”, porque no se había acuñado el término todavía.
-Iniciamos la semblanza afirmando que no se le conoció oficio o profesión y lo que añadimos a continuación no se contradice en absoluto con lo apuntado, precisamente, porque su actividad, supuestamente, se caracterizaba por no ser conocida o dejaría de ser secreta.
-Como no podía ser de otro modo, con EmeA no hizo nunca mención expresa o alarde específico sobre su condición, y éste tampoco puede asegurar que perteneciera a la plantilla del Servicio Secreto y menos que cobrara por sus servicios, pero las muchas horas y vicisitudes compartidas y una serie de signos fueron demostrando indeleblemente que allí donde se daba un conflicto laboral (las huelgas, ilegalizadas por el Régimen eran el talón de Aquiles del Sistema) o político andaban cerca JotaErre y un amigo “greanolan” llamado EleUve, cuya relación se inició en la época de la División Azul que, al igual que su compañero disimulaba supuestamente su condición despachando alimentos tras el mostrador de una pequeña tienda de comestibles regentada por su esposa.
-En el equipaje del coprotagonista de este relato jamás faltaba el “nueve largo” y la abundante munición y en su cartera, junto con el resto de la documentación iba una acreditación gubernamental que ejercía el efecto de mudar el semblante de los agentes de la Autoridad a quienes se veía obligado a mostrar en situaciones extremas o en las provocadas tales como la que se dio, por poner un ejemplo, en la Aduana de Algeciras con motivo de un viaje a CEUTA al que se hizo acompañar de EmeA.
-Al regreso a la Península, los guardias aduaneros le hicieron abrir el equipaje en el que se ocultaban un buen número de objetos tales como relojes, aparatos de transistores, encendedores, estilográficas y otros cachivaches para regalar oportunamente y, sobre toda la ropa que ocultaba el pequeño alijo, situó la “Astra” que debería ejercer la virtud de guardián fiel de lo ocultado.
-Cuando el Guardia Civil hizo un gesto de interrogación señalando el arma mientras apoyaba su mano sobre la suya, JotaErre le mostró el documento oficial (que EmeA nunca tuvo en sus propias manos), que motivó que el propio guardia, omitiendo un sólo comentario, cerrara la maleta sin interesarse por averiguar qué contenía realmente.
-Tiempo atrás, en el otoño del año 1974, sucedió un caso parecido cerca de la Aduana franco-española de IRÚN.
-JotaErre y EmeA habían pernoctado en Pamplona después de visitar la Fábrica de LUÑAVIZCA en FALLATA, pero antes, se fueron a saludar a un Vista de Aduanas amigo del primero y compañero de Colegio del segundo, aunque en varios cursos superiores, por cuya mediación franquearon la frontera sin pasaportes, para cenar en la localidad francesa de BIARRITZ.
-Concluida la cena el “Vista” regresó a España en su coche y sus acompañantes continuaron unas horas más en Francia para regresar pasadas las tres de la madrugada.
-No fueron detenidos en la salida de Francia ni en el puesto fronterizo de España pero, en un cruce de carreteras situado un par de kilómetros más adelante fueron interceptados por un Control de la Guardia Civil.
-Al volante, como sucedía siempre que viajaban juntos en automóvil, iba EmeA y cuando se detuvieron fueron encañonados con sendas metralletas por ambas puertas a la vez, mientas les ordenaban bajar las ventanillas, y cuando demandaron la documentación personal y la del vehículo y Jota Erre abrió la portezuela de la guantera allí estaba el “nueve largo” que produjo el efecto de incrementar las alarmas hasta que su propietario mostró el eficaz documento que transformó totalmente la actitud de la Patrulla que, sin examinar la documentación requerida, les recomendó que no se detuvieran ante ningún otro Control formado por menos de cinco miembros ya que era la estrategia de aquella noche y se trataría, muy probablemente, de un Comando de la banda terrorista y no de la Guardia Civil, aconsejándoles a la vez que, si tratara de detenerlos un grupo menor o mayor hicieran caso omiso por la razón apuntada.
-Cuando intentaron razonar con el Teniente acerca del riesgo que significaría huir en aquel supuesto, les contestó que no se preocuparan ya que si, como estaban suponiendo, pudiera tratarse de la ETA, se cuidarían de no disparar contra el vehículo porque los impactos lo harían inservible para sus fines, asegurándoles que no necesitarían defenderse y que no irían tras éllos en ningún caso.
-A la mañana siguiente, almorzando en PAMPLONA con SECHUJO (al que nos referiremos en el episodio XIV, y también a la fábrica LUÑAVIZCA) y cuando le comentaron lo ocurrido en la madrugada con la Patrulla de la Guardia Civil, EmeA le preguntó, imaginando que sabría la respuesta porque “aportaban” lo que ya se conocía como “impuesto revolucionario”, ¿qué es eso de la ETA? y, con el laconismo característico del lenguaje español de las Vascongadas le contestó: “FAMILIA QUE SE PRESIE TIENE CHICO EN ETA”.
-Porque resulta definitivamente esclarecedor, a nuestro entender, de la función que secretamente llevaba a cabo JotaErre, queden plasmados aquí dos episodios que se producen con una diferencia de fechas de algún tiempo.
-En uno de los primeros viajes que desde VIAPRA hizo EmeA a MADRID acompañando a JotaErre, en fechas que coincidían con la construcción del edificio sede de los “Sindicatos verticales”, en el Paseo del Prado, fueron a “visitar” a un amigo en un edificio próximo que con el tiempo se transformó en un acreditado Museo-Pinacoteca y en la planta abuhardillada se encontró un panorama de difícil asimilación para él por lo impactante.
-Un buen número de personas provistas de cascos de audición se hallaban sentadas frente a una batería de instrumentos y aparatos que evocaban aquellas centralitas telefónicas asistidas por las clásicas operadoras y, al frente de aquel tinglado de escuchas y comunicaciones se encontraba el destinatario de la visita en un despacho acristalado desde el que controlaba cuanto sucedía allí.
Años más tarde supo EmeA que el inquilino del desván que contaba con un despacho oficial en la planta inmediatamente inferior era, en opinión del informador, el equivalente del Almirante Canaris, condición que se encubría tras el cargo de Secretario Nacional del Sindicato del Combustible por lo que, de saberlo entonces, no hubiera sido difícil deducir que la visita no era simplemente un acto de cortesía sino más bien un encuentro para recibir instrucciones o para rendir cuentas, para lo que JotaErre contó con casi una hora durante cuyo espacio de tiempo EmeA se mantuvo en una especie de salita, también acristalada, ojeando los periódicos de tirada nacional e internacionales que profusamente se encontraban sobre una amplia mesita central.
-Ni EmeA hizo preguntas sobre el lugar y lo que había visto, ni JotaErre hizo entonces ni después, comentario alguno al respecto.
-Por aquellas fechas siendo Ministro de la Gobernación Blas Pérez González y Camilo Alonso Vega Director General de Seguridad, se produjo un conflicto de los muchos que se daban en la cuenca minera de GREOLAN que desembocó en un encierro en la mina donde se explotaba el Pozo “Laría Muisa”, que estaba incomodando seriamente al Régimen, por lo que empezaron a considerar la posibilidad de enviar a un Tercio de la Guardia Civil para desalojar a los encerrados lo que suponía, a criterio de quienes sabían del peligro que significaba una fuente de ignición en el interior de unas galerías con un alto grado de grisú en el ambiente, procedente de un arma o de cualquier otra fuente, la imperiosa necesidad de abortar el suicidio que representaba aquel disparatado intento.
-Los encerrados estaban dispuestos a inmolarse por la causa, y cuando a través de los enlaces con el exterior supieron lo que se estaba preparando desde el Ministerio de la Gobernación, enviaron un comunicado advirtiendo que cuando los efectivos designados se encontraran en el interior de la mina, harían volar las galerías provocando una sangría “que los tiempos no olvidarían jamás”
-EleUve y JotaErre se movilizaron inmediatamente y con la anuencia de JotaErreGe, el Jefe de la sección política (por diferenciarla de los Servicios Secretos del Ejército y los de la Guardia Civil), contra-programaron rápidamente con una estrategia singular, por no calificarla de otro modo, para resolver el encierro sin derramamiento de sangre y que obró el efecto deseado concluyendo con el cese de la extrema actitud de los mineros encerrados, tras el pacto alcanzado con las Autoridades inmediatas.
-De diversos cementerios extrajeron varios cadáveres que caracterizaron con los atuendos, cascos, lámparas, etc. de los mineros, los embadurnaron con pintura roja para simular la sangre como consecuencia de su “fusilamiento” y, anochecido, y después del “toque de queda” que aún se imponía en aquella zona, por lo que había muy pocas personas que se atrevieran a permanecer fuera de sus domicilios, se dejaron sentir ráfagas de ametralladora procedentes de tres lugares diferentes para que pudieran ser oídos por la mayoría de la población, provocando la “movilización” de los “escuchas”,
-Los más aguerridos informadores del exterior de las minas, sigilosamente y en algún caso serpenteando por las zonas de las que procedían los tableteos de las armas, consiguieron acercarse lo suficiente para comprobar que había varios cadáveres de “compañeros” a los que, dada la penumbra, el rigor mortis y la proximidad de sus supuestos asesinos que decían esperar a los vehículos para transportar los “fiambres”, no pudieron reconocer.
-Seguidamente, utilizando los medios a través de los que se comunicaban con los encerrados les fueron informando acerca de lo que acontecía en el exterior y, al amanecer, decidieron abandonar el encierro para evitar que los “franquistas” represaliaran a sus camaradas del exterior, aunque desconocían cuántos y quiénes eran.
-El plan no resolvió el permanente conflicto minero pero con él se consiguió abortar el disparate del otro “plan Camilo” que hubiera resultado cruento e inhumano en el decir de sus creadores que se felicitaban por el “póstumo servicio a la Patria” de los simulados mineros que, quién sabe a qué sepulturas fueron retornados.
-La “facilidad” para proceder a la exhumación sirvió, años más tarde, según pudo saber EmeA por un intimo colaborador de su “valedor”, para que una “protegida” suya que estudiaba medicina en Madrid, viera allanado el camino para conseguir la titulación tras las “prácticas sobre cadáver” aportado en su nombre por JotaErre.
-No existían aún los MIR y los estudiantes mejor “posicionados” que realizaban su práctica, obtenían inmediatamente la titulación y, en la mayoría de los casos, iban directamente a sus destinos, lo que, en principio, no era el caso de la patrocinada.
-Se comunicó con su “protector” y le pidió que hiciera lo posible para que la incluyeran en las primeras listas para las prácticas, dado que su turno había sido fijado para varios meses más tarde, lo que suponía para ella una angustiosa decepción por el interés que mostraba en la conclusión de la carrera.
-El mismo día en que conoce la situación de la estudiante, asistió al entierro de un vecino y ”amigo” que había ejercido de taxista y antes de calesero, conocido con el sobrenombre de SEGUNDIN y que durante su larga vida profesional suspiraba porque le “saliera” un viaje a la capital de España que no conocía y que nunca llegó.
-Con la colaboración del fidelísimo funcionario municipal encargado del “Camposanto”, aquella misma noche, extrajeron de la sepultura al finado, lo fijaron convenientemente al asiento trasero de su automóvil y con él viajaron toda la noche para depositarlo en la morgue de la Facultad a la mañana siguiente, como “aportación” para la mayor diligencia en la obtención del título de la aspirante.
-En un círculo de relaciones muy limitado, relataba lo acontecido con un macabro humor que remataba diciendo que “SEGUNDIN, como el Cid Campeador, ganaba las batallas después de muerto”.
-Incorporamos aquí este espeluznante relato porque, aquéllos que no podemos, en la mayoría de los casos, llegar a conocer la verdad, hemos de guiarnos por los signos de verosimilitud y aquí se daban tales condiciones dadas las características del personaje y por las deducciones alcanzadas en las averiguaciones efectuadas en el lugar donde supuestamente sucedieron los hechos.
-Para concluir este mínimo retrato dejamos plasmadas algunos hechos más que coadyuvan a la comprensión del personaje y su relación con el protagonista de este conjunto de relatos.
-Producía un cierto escándalo para unos y una bobalicona admiración para otros que JotaErre, que no pasaba en absoluto inadvertido cuando se encontraba en su villa natal donde en su domicilio sólo era localizable a la hora del almuerzo, durante la siesta o para pernoctar, mientras el resto del tiempo lo ocupaba en tertulias en el Café LOLA, en el Bar SANUEVALACA, o en la tienda DONDORE (propiedad del que durante muchos años había sido Jefe Local de Movimiento y de sus hermanos que, repentinamente tomara un taxi para desplazarse a la Capital para atusarse el pelo en la Peluquería ZONCAL o para comer en alguna localidad donde preparaban, eso sí, primorosamente, alguno o varios platos típicos de la gastronomía provincial.
-Y no solía hacerlo sólo, pues alimentaba su vanidad equivalente en tamaño a su volumen físico, sentirse acompañado de quienes sabía iban a actuar de voceros magnificando lo mucho y bien que habían comido y la enorme cantidad que el “generoso” invitador había pagado por el almuerzo.
-Aquellas calculadas “espontaneidades” podían darse también por otras causas pero contando también con la correspondiente “cla”, como cuando se llevó como invitado a la Tribuna de Autoridades durante el Desfile de la Victoria en el Paseo de la Castellana de MADRID a un zapatero remendón del lugar que interrogado por él al concluir el Acto manifestó por toda opinión que “de cerca, perdían mucho los Generales”.
-Años más tarde, cuando con su socio explotaban la Distribuidora de gas, se llevó como invitado a EmeA y al Almacenero, oriundo de la aldea de PIEDRAFITA de BABIA, tan indocto como buena persona –y lo era un grado sumo-, a la comida-homenaje que unos cuantos notables coterráneos entre los que se encontraba Valentín Silva Melero, ofrecían a Sabino Fernández Campo en el Casino de Madrid de la calle de Alcalá, con motivo del ascenso a General Interventor del Estado.
-Tiempo atrás, junto con otros tres vecinos del lugar, se llevó a un adolescente EmeA a cenar a un afamado Restaurante de TORRELAVEGA, SANTANDER (hoy Cantabria), sin decirles que, previamente, asistirían al acto-homenaje que se celebraría en el que se conocía como “Cementerio de los Italianos” en el Puerto del Escudo.
-Anualmente se reunía la “Columna Sagardía” y al frente de los falangistas se encontraba el que fuera heredero político de José Antonio, designado expresamente por él en el Testamento otorgado desde la Prisión de Alicante cuando conoció su sentencia de muerte, Manuel Hedilla Larrey, presentándole a su joven invitado como paradigma de la despolitización a que se había llegado en el País, y quien no podía ni siquiera imaginar que pasado el tiempo iba a sustituirlo en la función directora de EDIBUCRA.
-Y porque tan sólo se pretende dar una breve pincelada para situar al personaje y no para desarrollar su biografía -singular de todas formas-,un apunte más.
-Se hizo acompañar de EmeA al Acto de Proclamación del Príncipe Don Juan Carlos como heredero del Régimen de Franco a título de Rey en el Palacio de las Cortes de la Carrera de San Jerónimo, donde el joven invitado se confundió con aquella pléyade de políticos y militares que ocupaban el hall por donde habría de acceder Franco y su séquito.
-Para moverse por el recinto EmeA se valía de una acreditación del Gabinete de Información y Prensa de las Cortes Españolas cuya Jefatura corría a cargo de Paco Cosmen, hijo del fundador de la muy poderosa Empresa de transporte de viajeros ALSA.
-A titulo meramente anecdótico hemos de señalar que el, a la sazón, Presidente del Cabildo Insular de Canarias con quien EmeA departía hasta minutos antes de aparición del Generalísimo, desconocía, como la inmensa mayor parte de los presentes, quién sería designado en aquel Acto.
-Cuando le dijo saber por la nota oficial que había llegado media hora antes al Gabinete de Prensa de las Cortes, que el elegido era el Príncipe Don Juan Carlos, de forma cortés pero precipitadamente, se despidió para correr materialmente a comentar la noticia entre los suyos desvelando la identidad del heredero, algo que estaba al alcance únicamente de los ”elegidos”.
-Supuestamente, cuando se confirmara la noticia, le haría “ganar enteros” pues la rumorología oficial situaba la posibilidad entre éste, el Duque de Cádiz y el “nietísimo” Francisco Franco Martínez Bordíu.
…da dos veces.
* * *
IV
Al amigo reconciliado…
-En BANSANESTE se les echó materialmente la noche encima y, como ya no se veía, continuaron dos horas más en la terraza de una cafetería vecina donde ya, con suficiente luz, EmeA pudo constatar lo que había vislumbrado en los planos y que, por prudencia, no había “denunciado” in situ : ¡el replanteo de la obra, además, se había realizado al revés!, de modo que, si se hubiera llevado a cabo la entelequia constructiva diseñada por aquel “iluminado” contratado por el dueño, el portal de acceso a las viviendas se haría por el local-sótano situado en la cota inferior, lo que hubiera supuesto, sin dudar, la demolición de lo construido cuando se hubieran percatado del error.
-Esta observación, en absoluto baladí y que demostraba la capacidad de EmeA para leer e interpretar adecuadamente los planos de construcción en un tiempo mínimo, supuso la “puntilla” en la actitud de JotaErreA, que es el nombre con el que nos referiremos al dueño y que ya hacía auténticas “piruetas” para disimular la malquerencia que le tenía.
-Tras las correspondientes consumiciones en la terraza, se despidieron sin que mediara oferta o compromiso alguno y el coche que había ido a buscarlo le transportó a su domicilio.
-Dos días más tarde iba a tomar otra decisión de las que influyeron decisivamente en su trayectoria, concluyendo una década, más o menos, desde que decidiera dejar los estudios, y abriendo una etapa que sería el inicio de lo que pudiéramos llamar un giro “copernicano” en su vida.
-JotaErre y su cuñado JotaErreA, le citaron nuevamente en la obra y le hicieron una oferta que no hubiera sido lógico que rechazara aunque gozara de una situación económica más holgada que la que padecía y que consistía en que, a su criterio y en función de las necesidades en el desarrollo de la obra, se pasara por allí para ír indicándole al dueño los pasos que debería seguir para la conclusión del edificio y, a cambio, le abonarían la cantidad correspondiente al salario del encargado al que, fulminantemente, acababan de despedir.
-Estaba completamente persuadido de que JotaErreA, en su inconmensurable vanidad, no podría aceptar que nadie le hiciera “sombra”, a pesar de lo cual propuso, en su contra, que aceptaría el compromiso únicamente si se hacía cargo de la responsabilidad diaria de los trabajos a pié de obra, lo que no tenía que suponer, en absoluto, injerencia o menoscabo de la autoridad del propietario.
-Esto venía a suponer que deberían afiliarlo a la Seguridad Social y asignarle el salario, las pagas y los demás emolumentos que correspondieran al encargado y, con la anuencia de JotaErre y la contundencia de sus argumentos, fue contratado de modo que, al día siguiente, a las ocho de la mañana y con la presencia del dueño que, salvo contadísimas excepciones estaba de los primeros en la obra, iniciaba su trabajo, como consecuencia de una decisión que resultaría definitiva para variar la aciaga situación con la que culminaba una década y comenzaba otra que no encontraría parangón, en orden a las experiencias acumuladas.
-Valga señalar aquí y ahora que, durante todo el proceso de construcción y desde el primero, los meses ordinarios, percibió el doble de la cantidad asignada al encargado y aquéllos en los que se abonaba la paga extra, también los recibió cuadruplicados, como reconocimiento a su labor profesional que redundó en unos logros económicos en la realización de las diferentes partidas con los que ni soñar hubieran podido JotaErreA y su cuñado, al punto que, sin haberlo demandado de un lado y/o comprometido, de otro, recibió una sustanciosa cantidad en señal de agradecimiento y como indemnización, cuando terminó su compromiso.
-No era para menos. Los éxitos se sucedían uno tras otro tanto en lo económico como en lo que se refiere a la productividad que resultó notoriamente positiva.
-Por destacar sólo un caso diremos que, los costes de mano de obra, durante el proceso constructivo de cimentaciones y estructura, se situaron sensiblemente por debajo del 60 % de los usuales ”en plaza”, a los que acompañaban, además, los muy favorables referidos a la estructura y ello, incluyendo los gastos derivados del desmantelamiento del “bosque” de puntales atarranchados y los encofrados, y la excavación de zapatas y zanjas en su real ubicación que, para más inri no coincidían con las excavadas anteriormente.
-Había que añadir, además, el coste de realizar el rasgado vertical del muro construido con un ligero talud, que contenía el terreno de la calle superior, para incrustar los pilares correspondientes a la fachada principal, que nacían en la cota inferior, ya que dicho muro no había sido estudiado para soportar la carga estructural del edificio.
-El éxito comienza con la elección del tipo de estructura que, en el proyecto original, se preveía a modo de pilares y vigas de hormigón armado, usuales, para sustentar las correspondientes placas cerámicas sobre viguetillas y capa de compresión de hormigón embebiendo los hierros de absorción de los momentos negativos.
-EmeA sabía, aunque no lo había utilizado nunca, que una gran firma proveedora de materiales de construcción, promocionaba un sistema constructivo cuya patente se conocía como “R.L.M.”, que resultaba lo más parecido al forjado plano, es decir, sin las ordinarias vigas a la vista, consistente en unas “tes” metálicas a las que, adecuadamente, se practicaban unos cortes en el ala superior consiguiendo unos “conectores” de enlace con la viga plana superior, formando así una viga mixta de hormigón armado en la parte superior de la “te” resultante, que se sustentaba en pilares de hormigón típicos y, digamos, el cuerpo visto era, únicamente, la doble “te” metálica que, a su vez, sustentaba las viguetas y las correspondientes bovedillas cerámicas y todo ello, con un espesor menor que los forjados planos al uso, lo que permitía no alterar las medidas de “luz” previstas para las plantas y, en consecuencia, el volumen total construido.
-Requería un método muy simple de encofrado que tenía que redundar, necesariamente, en una gran economía de costes pero, dado que había que manejar algunas vigas metálicas de cierta longitud y perfil y, en consecuencia, de peso, había que contar con una “grúa-pluma” de no menos de 750 Kgs. de capacidad en la punta de una “bandera” de 25 mts. de longitud.
-Las diferencias de coste con los sistemas originalmente previstos, hubieran permitido, favorablemente, satisfacer el alquiler de una herramienta del tipo descrito pero, JotaErreA, no tuvo que enfrentar tal gasto.
-Desde hacía varios meses descansaba, junto con algunas herramientas, andamios y otros enseres, la “grúa-pluma” que la empresa promotora de su cuñado JotaErre, había utilizado en la construcción de un edificio de viviendas y locales comerciales en DOGRA, que se encontraba ya en fase de terminación y remate y que le prestaron, sin cargo alguno, si exceptuamos los lógicos gastos debidos al transporte y al montaje.
-JotaErreA, aceptó la adopción del método constructivo siempre que no supusiera la contratación de un gruista que hubiera significado, lógicamente, un incremento de los gastos de personal (algo tenía oponer para que se notara desde el principio quién mandaba), por lo que, de su manejo, se ocupó personalmente EmeA quien, durante el proceso de realización de la estructura y de la cubierta, se vio impelido a dirigir las obras con la “botonera” colgada al cuello, lo que no obstaba para que, en el ínterin, fuese preparando a un avispado “pinche” que, hasta la finalización de la obra y el desmontaje de la “grúa-pluma”, estuvo manejando el artilugio con notable eficacia.
-Hasta la llegada de los albañiles para la colocación de las tejas árabes y demás trabajos especializados, no hubo en la obra un solo obrero cualificado, lo que exigía una mayor y más estricta atención, si cabe, a cuanto realizaba cada trabajador.
-A la hormigonera semiautomática con cangilón de carga de áridos que como la “grúa-pluma” tenía la misma procedencia, se hallaba un peón sexagenario que apoyaba su cuerpo en una “pata de palo” porque había perdido una de sus piernas en una zalagarda durante la guerra civil, veinticinco años antes y que se entregaba en cuerpo y alma a la faena impulsado por una mezcla de agradecimiento y necesidad ya que, por su minusvalía, vivía prácticamente del trabajo de costurera de su mujer y de la caridad familiar y, hasta entonces, sólo conseguía algunos trabajos esporádicos, poco y mal remunerados.
-De los encofrados se encargaban dos ”avispados” peones de los cinco de que se componía la ”plantilla” y, entre ellos, se contaban dos muy jóvenes, uno de los cuáles hacía “novillos” sin que en su casa, que creían que “echaba unas horas” después de la escuela para agenciarse unos dinerillos para sus gastos personales, supieran que estaba trabajando a jornada completa y que se quedaba con lo percibido por su trabajo.
-A pesar de aquellos “mimbres” o, más bien gracias a ellos, el “cesto” se realizó impecable y sólidamente, para asombro de propios y extraños que veían como, hasta la culminación de la estructura y la cubierta, la mayor parte de los días se concluían los trabajos con luz artificial (en ocasiones alumbrándose con los encendedores), empleando 12 y 14 horas por jornada, en una actividad que el personal encaraba con la satisfacción y la dinámica con que se acepta el desafío de una actividad lúdica.
-Producto, probablemente del vértigo que le producía a JotaErreA la rapidez, eficacia y los extraordinarios resultados económicos obtenidos al terminar la estructura y la cubierta y soslayando la ojeriza inicial, fue la oferta que le hizo a EmeA para constituir una sociedad formal para seguir construyendo edificios, el siguiente de los cuáles se realizaría en el solar de otra nave industrial que poseía en la misma plaza, a cuya oferta, como era natural, no podía negarse y que partía de la idea inicial del reparto de responsabilidades de forma que, EmeA resultaría el socio industrial, mientras que el oferente se ocuparía de la administración y de la financiación.
-El resto del proceso constructivo iba en la misma dirección, animado especialmente por aquella oferta que, de prosperar, hubiera “encarrilado” el prestigio personal y profesional que percibía denostado y que le urgía restaurar.
-No encontró ya oposición cuando sugirió el cambio para la fachada posterior (curiosamente la que tenía una mayor perspectiva), que estaba prevista con ladrillo hueco ordinario enfoscado con arenón de miga y blanqueado a la cal, por ladrillo de “cara vista” que resultaba equivalente en cuanto al coste pero el 50 % más rápido; ni para la realización de trasteros bajo cubierta, modificaciones, todas ellas, realizadas con el visto bueno de la dirección técnica que ya había visto con “buenos ojos la ejecución de una entreplanta para oficinas propuesta por EmeA en el local comercial-sótano, pero con acceso desde el portal de viviendas que, además de dinamizar el aprovechamiento del local, reafirmaba el aseguramiento contra el pandeo de los grandes pilares de arrancada.
-Pero éstos y otros éxitos planteados y ejecutados óptimamente, no llevaron la propuesta de constitución de sociedad a buen puerto ya que, a pesar de la solidez, profesionalidad, eficacia y honestidad en la entrega incondicional al trabajo, fue más efectiva la acción mezquina y ruin del que era gran amigo y compañero de francachelas de JotaErreA , al que, según confesión del dueño, tenía intención, desde el principio, de colocar en la obra, como forma de ayuda para sacarlo de la quasi miseria en la que se hallaba, pero que no había podido hasta entonces para evitar enfrentarse con JotaErre que, en su papel “orientador” y aportador de “ayudas”, se negaba a mantener cualquier tipo de relación con dicho sujeto.
-JotaErreA aprovechó la potencial sociedad que de constituirse nacería con las “bendiciones” de su cuñado, convencido de que no tendría nada que oponer a que lo empleara, si contaba con la anuencia de EmeA.
-Así, fue incorporado a la obra para que se ocupara, de la carpintería exclusivamente (pasaba por ser profesional carpintero), sin interferir en ninguna otra cuestión pero, desde el principio no hizo más que conspirar contra EmeA, hasta que consiguió abortar el proyecto de sociedad, siendo una de las principales causas por la que éste se negó rotundamente a participar en cualquier tipo de sociedad de la que formara parte Pocachicha al que su “protector” trató de imponer porque, en sus mismas palabras, los socios industriales serían los que designara él, en su calidad de miembro principal y, además, por ser el socio capitalista e impulsor del proyecto.
-Fue suficiente para que, desdramatizando la desagradable y decepcionante situación y habida cuenta que en aquel momento la obra se encontraba prácticamente terminada, EmeA se despidiera cordialmente, evitando así cualquier tipo de enfrentamiento entre los cuñados donde la tensión venía siendo una constante y que, una salida de otro modo de EmeA, hubiera supuesto, sin duda, un choque entre ellos y mostraría una falta de gratitud por su parte que, en cualquier caso, supondría para él una contrariedad de mayor peso que el enojo que le causara, poco tiempo antes, la apropiación alevosa de la promoción inmobiliaria de DOGRA.
-De todos modos, no iba a ser la única de las causas que, por una razón u otra hicieran fracasar algunos proyectos de constitución de sociedad para construir edificios, ofertados en varias ocasiones desde el fallecimiento de PeEme, ni Pocachicha resultará el paradigma de la traición, como podremos ver.
…con un ojo abierto y el otro cerrado.
* * *
V
Da el sartenazo…
-La gratitud que le impone a EmeA una fidelidad incondicional a JotaErre durante largo tiempo, tiene su origen en la primera intervención que recuerda y que fue para abogar en favor de PeEme en una situación en que aparecía implicado en un supuesto delito de adquisición de hierros procedentes de robo y que, por su mediación, se vio favorablemente resuelta.
-Entonces, el hierro, el zinc, el cemento y otros materiales imprescindibles para la construcción se adquirían en aquellas empresas o a través de aquellas personas que tenían adjudicado un “cupo” y que, como todo lo contingentado, era carísimo y estaba, además, al alcance de muy pocos.
-Era la época del bocio, los sabañones y el racionamiento y los productos de primera necesidad se intercambiaban al amparo de una actividad que se conoció con el nombre de “estraperlo” que enriqueció con ridículas riquezas (si se comparan con las que verían los tiempos) a unos pocos sacándolos de pobres, al menos, y proporcionó alimentos a otros muchos que no los hubieran alcanzado de otro modo.
-En España, en general, el “estraperlo” era tratado por las Autoridades con diversa fortuna y, en VIAPRA, donde a la sazón el Alcalde y Jefe Local del Movimiento era el padre de JotaErre, singularmente, se “permitía” la discreta circulación de tales artículos a cambio de que, los estraperlistas, “voluntariamente”, suministraran una parte de los alimentos con los que traficaban al Centro de lo que se conoció como Auxilio Social y que se encargaba de distribuirlos entre los necesitados del Concejo que, ciertamente, eran legión.
-Y hablamos de admiración de EmeA por la figura de JotaErre, pero de justicia resulta destacar la corriente de especial embeleso que discurre en la otra dirección, lo que no fue óbice para que, cuando mediaron intereses económicos, como suele suceder, primaran sobre cualquier otro sentimiento.
-Al poco tiempo de haberse incorporado EmeA al trabajo con su padre, le fue adjudicada a éste, por gestión directa, porque la cicatera valoración dejó desiertas las subastas convocadas, la realización de una “traída de aguas” en una Pedanía cercana dependiente de la Villa, en la que se produjo, después del replanteo oficial y cuando iba realizada la mitad de la obra aproximadamente, una variación en el trazado de las conducciones de agua, del depósito y de la caseta que albergaba la arqueta de captación del manantial, que suponía un incremento de costes superior al total inicial contratado y éllo, curiosamente, para bordear la propiedad de un cacique local que veía partida en dos su plantación arbórea.
-Las valoraciones parciales proporcionaron las correspondientes cantidades “a cuenta” y, cuando se concluyeron los trabajos, la certificación del Arquitecto municipal finiquitó la obra de acuerdo al proyecto inicial y, cuando reclamó la abultada diferencia a su favor, se la negaron obligándolo a acudir en demanda de justicia a los Tribunales ordinarios, una vez agotada la vía administrativa donde, en las instancias provinciales, se encontró con sendas sentencias desfavorables, lo que supuso la necesidad de recurrir el último de los fallos ante el Tribunal Supremo.
-Con la desolación que produjo el resultado, PeEme acudió, como era ya habitual, a JotaErre, quien sugirió que se le encomendara el caso al prestigioso Abogado de Madrid, GeErre-A, que aceptó el encargo por el peso de tal mediación, aunque eran asuntos que, por su, para él, insignificante cuantía económica, solía rechazar.
-De plantear el tema se encargó un muy joven EmeA que viajó a la Capital en compañía del proponente en un tren conocido como el Exprés que contaba con vagón restaurante y camas y literas y que, en condiciones normales, partía de TUSTAVE a las 10 de la noche y cumplía el trayecto sobre las nueve de la mañana del día siguiente, es decir, 11 horas para recorrer una distancia de 500 kilómetros.
-Sorprendió al Letrado con la exposición de los hechos en forma que, en posterior conversación con JotaErre, (que no estuvo presente) calificó como “ortegagassetiana” y le dijo que aceptaba el encargo por la impresión que le produjo la seriedad y precisión con que, un muchacho de su edad, enfocaba una situación bastante compleja y que, vio el favorable fallo de la más alta instancia, media docena de años después.
-Aquella opinión del Abogado, al que, a su vez, JotaErre mostraba un respeto quasi reverencial, vino a reforzar la temprana opinión que tenía formada de EmeA, lo que no fue óbice para que, transcurrido el tiempo, se aprovechara abusivamente de él, como hacía habitualmente con cuantos se lo permitieron de grado o forzados por las circunstancias, sobremanera si la oportunidad coincidía con la “bajamar” de los números de su cuenta corriente.
…quien tiene la sartén por el mango.
* * *
VI
Salvarse…
-Una idea aproximada de las actitudes (y de las aptitudes) de EmeA, que van apuntalando aquella nunca oculta admiración que despertaban sus precoces maneras de enfrentar las cuestiones que le iban encomendando, se vislumbra en la soltura con que las encaraba y que queda plasmada en el siguiente relato de un caso que, aunque, como se verá, no va a ser el único a lo largo de su existencia, pudo, de prosperar, suponer un ascenso equiparable al de otros personajes que pasaron a la historia por sus descomunales éxitos, aunque también, algunos, sufrieran garrafales fracasos e, incluso, dieran con sus huesos en la cárcel.
-En uno de los numerosos viajes a Madrid, acompañado, ¿cómo no?, de JotaErre, para aportar documentos o para aclarar cuestiones con el Letrado relativas al asunto que le competía, conoció a un, a la sazón octogenario de nombre Menito Bás, el empresario pintor “oficial” del Régimen (había acuñado un slogan que se hizo muy popular en la radio, terminada la contienda que decía: ¡”Para pinturas Bás y nada más”!), otra de cuyas señas de identidad era estar en posesión de la Laureada de San Fernando, obtenida colectivamente en la Defensa de TUSTAVE en 1934 y cuya sombra planeaba sobre todas las deferencias oficiales que disfrutó durante muchos años y que buscaba afanosamente a JotaErre, en un momento en que había “caído en desgracia” (económica), para proponerle, según él, un negocio.
-JotaErre con EmeA, al atardecer, paseaban “estratégicamente” por la acera de enfrente del Bar Chicote en la Gran Vía, a la espera de la llegada, habitual, de un alto personaje del Régimen, para entrar en el establecimiento “casualmente” (JotaErre era un verdadero maestro en las artes de la casualidad), e ir directamente a saludarlo para, oportunamente, plantearle la cuestión que le llevaba y fue allí, en tal espera, donde sufrió el “asalto” por el señor Bás que arrastraba materialmente un voluminoso legajo de papeles de unos quince kilos, atados con una vulgar cuerda de esparto (no se había inventado aún el trolley), sabedor de que, a tales horas y si Chumón (como se le conocía cariñosamente en algunos ambientes) se encontraba en Madrid, estaría de tertulia en el afamado establecimiento al que accedieron con un cierto retraso por tal causa.
-De lejos se dirige a él y le dice: ¡Chumón, sabía que estabas en MADRID y vengo a proponerte un negocio!
-JotaErre le contestó con un SÍ rotundo con lo que el Sr.Bás, a pesar de su muy prolongada experiencia, mostró una manifiesta perplejidad por lo que le dijo: ¿Cómo es que sabes de qué se trata?, a lo que replicó, utilizando una de las fórmulas con las que solía “descolocar” a sus interlocutores: Si es negocio SÍ, si no, ya hablaremos!
-Se trataba, nada menos, que de la promoción de una “ciudad satélite”, como se decía entonces, a construir en unos terrenos recientemente calificados en VILLAVERDE, cerca de la Fábrica de automóviles BARREIROS, sobre los que, documentalmente, ostentaba el derecho de opción de compra, que vencía en pocos meses, y a un precio irrisorio, en cuyo “negocio” había invertido los últimos recursos de que disponía.
-El legajo era el anteproyecto de las más de 7.000 viviendas más los locales comerciales y el resto de los servicios, incluido Parque, Centro sanitario, Centro comercial, Plaza de toros, Iglesia, etc., con los correspondientes servicios, pavimentaciones, encintados, alumbrado público y demás y, dado que ni la hora ni el lugar eran los más apropiados para entrar en los detalles y hablar de las propuestas, quedaron citados, para el día siguiente, en el Bar del Hotel SUECIA al que, determinados días de la semana, acudían unos cuantos personajes que formaban una de las tertulias a las que solía concurrir JotaErre.
-Le pidió a EmeA que lo acompañara al día siguiente porque, ya entonces, le concedía, aunque en rigor resultara un tanto excesivo, los conocimientos en materia de obras que él reconocía ignorar y así, a la hora establecida, acudieron a la cita.
-Estaban viendo la Memoria del Proyecto y demás documentos cuando llegó a saludar a JotaErre un cura joven vistiendo de paisano (en aquel tiempo los clérigos vestían pública y privadamente, rigurosamente, la sotana) que, después de ejercer como coadjutor de la Capilla del Palacio de unos Grandes de España, sito en las proximidades de ROCUDILLE, en TURIASAS, se ocupaba de la “Secretaría de Negocios” del Obispo de LLORCAMA y que también utilizaba la táctica de la casualidad para coincidir con JotaErre con el fin de proponerle la búsqueda más idónea del destinatario de la inversión de unos cuantos millones de dólares que un amigo árabe del Prelado, quería colocar en España
-La coincidencia venía como “pedrada en ojo de boticario” ya que, a las “bendiciones” legales que el proyecto necesitaba, se unía la solución del tremendo problema de la financiación si se conseguían utilizar estos recursos del sacerdote proponente, quien, en principio, manifestó su conformidad y se comprometió a obtener la autorización para la inversión si la operación se veía avalada por un Banco principal.
-A JotaErre le correspondió ponerse en contacto con el Arquitecto del Régimen JotaEleAEme (a la sazón Ministro Secretario General de F.E.T. y de las J.O.N.S) y con el Director General del Ministerio de la Vivienda (amigos ambos), de quien se esperaba obtener la calificación de V.P.O., los cuáles, de inmediato, estuvieron interesados en participar (la oferta consistía en reservarles a ambos las correspondientes acciones “liberadas” y, además, el Proyecto definitivo, correría a cargo del Estudio profesional del Técnico, contra la correspondiente minuta de honorarios) y, lo que faltaba, en esa primera parte de la gestión, era encontrar el Banco garante.
-Así, se encomendó a EmeA que se entrevistara con el Presidente del Banco RICOIBE que, casualmente, en su temprana juventud, había coincidido, junto con su hermano (eran conocidos como los hermanos Ce y Ele ErreUve), en un Colegio con su madre y, con esa sóla carta de presentación, solicitó una entrevista que le fue concedida de inmediato, en la que planteó la situación y de la que salió el compromiso de participar en la operación, condicionado a la creación de una sociedad anónima en la que, el 51 % de las acciones sería propiedad del Banco y el 49 % restante se repartiría, con el visto bueno de la Entidad, entre el Arquitecto, el Director General, Menito Bás, JotaErre y EmeA, en las proporciones que acordaran.
-Los primeros veinte millones de dólares se pondrían a disposición de la entidad emergente tan pronto como el Jeque contara con el aval bancario exigido que debería garantizar las devoluciones correspondientes en dólares y los intereses en la misma divisa y, el árabe, a su vez, remuneraría la gestión del Prelado y su representante, con los beneficios obtenidos, en la forma que tuvieran acordada.
-Con la línea de los grandes acuerdos pactados entre el Banco y el resto de los participantes en la sociedad promotora propuesta, se encarga la escritura de constitución en la Notaría que determinó el accionista mayoritario (el Banco) y con el compromiso de reunirse tan pronto estuviera en condiciones para firmar, se despiden todos ellos y, JotaErre y EmeA regresan a VIAPRA donde, al relatarle con detalle lo que telefónicamente le habían anticipado a PeEme y que justificaba que no regresaran inmediatamente una vez cumplida la gestión que los había llevado a la Capital, no podía dar crédito a lo que oía dado que, la envergadura del negocio excedía cuanto su imaginación podía alcanzar.
-Esta vez, la suerte mala , es decir, la fatalidad, hizo que pocas semanas después y antes de llegar a documentar la sociedad promotora, se produjera una devaluación de la peseta que dio al traste con el proyecto ya que el Banco, que en principio estaba dispuesto a avalar el pago de los intereses y de la devolución del capital en la moneda americana, planteó al Jeque, a través de su representante que, sin variar las condiciones generales tratadas ni el tipo de interés, los reintegros y las devoluciones se hicieran en la moneda nacional, lo que no fue aceptado por el árabe que se vio así liberado del compromiso y que decidió canalizar la inversión a través de TASIBERPIS que sí aceptó las condiciones sin reservas.
-Fracasó aquel proyecto, pero no para todos. Con el tiempo EmeA pudo saber que JotaErre, contra la comisión económica correspondiente, le proporcionó a Menito Bás el contacto con una importante empresa promotora que le compró los derechos adquiridos sobre los terrenos, poco tiempo antes de que se extinguieran, así como el anteproyecto de la promoción, por la friolera de 100 millones de pesetas, lo que supuso que, el octogenario, que a lo largo de su vida había conseguido ser varias veces rico, lo que supone que fue varias veces pobre, finalizara su existencia en la opulencia o en lo más parecido a élla.
-Y, para EmeA, esta temprana actuación en el complejo proyecto y su gestión, supuso, por todo beneficio, un espaldarazo de confianza en su capacidad por parte de JotaErre que, pasado el tiempo, al menos, influiría decisivamente para que su cuñado lo contratara para la realización de la obra de BANSANESTE, sacándolo de un estado de necesidad y angustia que ni uno ni otro hubieran conseguido apreciar en su exacta dimensión.
…por los pelos.
* * *
VII
Fíate …
-Tras la repentina desaparición de su padre, que gozaba de un gran prestigio personal y profesional, no fue necesario que transcurriera mucho tiempo para que, aquellos clientes que confiaban en él, hasta el punto de que la mayor parte de los contratos de obra los establecían verbalmente, retiraran los proyectos pendientes de ejecución y dieran por extinguidos los compromisos dado que no tenían la misma confianza en sus descendientes.
-Al desaparecer la “carga de trabajo” se le planteaba un dilema que exigió adoptar algunas decisiones con la vista puesta siempre, de un lado, en la obtención o en el afianzamiento de un prestigio que le permitiera continuar la labor emprendida por su padre y, de otro, arrostrar la subsistencia de su familia de procedencia y de la recién creada.
-Con los escasos recursos económicos que podía destinar a los desplazamientos y otros gastos de representación, en pos de aquella desesperada salida, parte de los cuales procedieron de la venta del último automóvil que le quedaba, y en un intento de reflotar la empresa paterna o su proyección, inicia conversaciones con un amigo industrial panadero de DOGRA que gozaba de un gran prestigio personal y, con su mediación, logra ponerse en contacto con los propietarios de unas pequeñas huertas situadas en un lugar idóneo para construir un edificio de viviendas y locales comerciales (aunque requería una abundante dosis de inventiva e imaginación para valorarlo, dado que se encontraban en lo que, entonces, era un “vertedero” a unos diez metros de desnivel con relación a la cota del incipiente Parque que se estaba habilitando), a los que propone la permuta de sus tierras (práctica que empezaba a consolidarse ya en la actividad) y ello, después de las lógicas gestiones municipales acerca de la viabilidad del proyecto.
-El anteproyecto que serviría de base para formular las ofertas por los terrenos y para aproximarse a los umbrales del beneficio, lo había encargado al Estudio del Arquitecto CeBeBe en el que, a su vez, se había confeccionado el proyecto definitivo de una promoción en los terrenos que, en la Capital, poseían unos amigos con los que había acordado la permuta del suelo a cambio de los locales comerciales resultantes y que, en aquellos momentos, contaba ya con la Licencia municipal provisional que permitía dar comienzo a los trabajos de modo inmediato.
-En tal estado de la gestión, recibe una llamada telefónica de JotaErre citándolo para comer con unos amigos en un Restaurante de VIAPRA y para hablar del proyecto de construcción de la obra de DOGRA.
-Acudió sorprendido de que JotaErre conociera tal plan, a pesar de la discreción con que creía llevar el negocio y fue aún mayor la sorpresa cuando se encontró con los otros dos comensales.
-Uno de ellos era un completo desconocido pero no así el otro. El extraño era amigo personal de CeGePe, pirotécnico de profesión y vecino de DOGRA -nunca supo si natural- que, por una ingenua desmesura de uno de los propietarios de los huertos, conoció el proyecto.
-Se vio con el industrial panadero y éste, sorprendido en su buena fe le dio la pista que lo condujo hasta EmeA, provocando la reunión “gastronómica” que tenía, aparentemente, el objetivo de que, después de contárselo a su amigo CeGePe y con la mediación de JotaErre, aceptara la participación del pirotécnico que decía contar con los medios necesarios para financiar la operación. ¡Falso!
-Entonces, el sentimiento de agradecimiento y respeto que EmeA sentía por JotaErre y que se mantuvo durante muchos años, no pudo con la consternación y el disgusto que le produjo aquella entrevista-trampa y sus consecuencias, que concluyó sin que se alcanzara ningún tipo de preacuerdo (y menos aún, acuerdo), despidiéndose ”cordialmente”, sin más, porque no podía aceptar la oferta de financiación que ya tenía “encarrilada”.
-Al día siguiente, EmeA se entrevistó con el amigo industrial panadero y pudo así saber que según el comerciante de los fuegos artificiales, conocido como JotaA “El Cohete” cuando acudió a la comida de VIAPRA, ya contaba con un compromiso escrito de los propietarios de las huertas por lo que, lo que lo movía, sin duda, no era precisamente el interés por participar con la financiación de la promoción, sinó conseguir la mayor información posible para impulsarla pero, suplantando a EmeA.
-Cuando seguidamente le hizo saber ese extremo a JotaErre, éste, aparente y teatralmente disgustado, contactó con CeGePe y juntos se dirigieron a entrevistarse con el JotaA en DOGRA, de cuya reunión, curiosamente, en lugar de reprobar la hipócrita proposición formulada, surgió la decisión de constituir una sociedad participada por los tres (excluyendo a EmeA), y el propósito de ofrecerle la participación a un promotor de la Capital que giraba con el nombre DEVESA y que contaba con recursos y medios suficientes para iniciar inmediatamente la obra, lo que cristalizó en un hecho al poco tiempo.
-Para justificarse, JotaErre le dijo a EmeA que, el pirotécnico, del mismo modo que le había dicho al panadero, ya contaba con el compromiso escrito de los propietarios de las huertas, antes de que él comenzara las primeras conversaciones propiciadas con la mediación del industrial tahonero, aunque era imposible de creer.
-El principal proveedor de su padre (Almacenes DENALACA), de quien había obtenido el compromiso verbal para facilitarle los medios materiales y económicos necesarios para afrontar las promociones de la Capital y de DOGRA, precisamente cuando le garantizó notarialmente, la deuda pendiente, mediante el otorgamiento de la correspondiente escritura de venta “con pacto de retro”, de la casa materna que había heredado recientemente; al conocer que la promoción “usurpada” no se llevaría a cabo, declinó el compromiso de apoyo lo que supuso que, como un castillo de naipes, la caída de éste se llevó consigo también el de la Capital que, para evitar los perjuicios a los amigos capitalinos y al Arquitecto, al que le debía la minuta de honorarios por la confección del proyecto definitivo, se vio impelido a traspasar (paradojas de la vida), con la aceptación de los interesados, la promoción en las mismas ventajosas condiciones pactadas, a la promotora DEVESA, propuesta por el mismo JotaErre, que la llevó a término felizmente para los interesados, en los plazos pactados.
-De este modo explotó el “último cartucho” con que contaba y que lo condujo a la situación en que se encontraba, pescando, cuando fue requerida su presencia en la obra de BANSANESTE.
…y no corras.
* * *
VIII
Del agua mansa nos libre Dios…
-Unos cinco años antes del fallecimiento de PeEme y cuando aún no se había pronunciado el Tribunal Supremo sobre el asunto de la “traída de aguas”, los empresarios mineros de la cuenca del CEANAR, le propusieron la reparación de un tramo de varios kilómetros de la carretera por la que transitaban habitualmente unos doscientos camiones transportando diariamente (alguno hacía dos viajes) el carbón extraído de las minas, en unas condiciones económicas que hacían para él inviable la obra, además del rechazo que mostró siempre a la realización de ese tipo de trabajos.
-Como a los precios presupuestados ni PeEme ni ninguna otra empresa hubiera podido afrontar la obra, aquellos empresarios mineros y “bajo cuerda” el Ayuntamiento de VIAPRA, constituyeron un fondo compensatorio que pondrían a su disposición si resultara adjudicatario en la subasta a la que debería concurrir, en la que, previsiblemente, no encontraría oposición, a pesar de lo cual rechazó la proposición.
-En GANCASDELENE residía un Letrado en ejercicio que, además, era Empresario minero; desempeñaba un cargo notable en la Asociación Sindical del ramo; regía una empresa de construcción de Obras Públicas de cierta envergadura y desarrollaba algunas actividades comerciales e industriales más, que asumió el encargo de convencer a PeEme para que aceptara la oferta.
-El Letrado, muy habilidoso, como cabía esperar de él, consiguió que éste, que se mantuvo en su decisión de no embarcarse en lo que para él era una aventura de riesgo, sin embargo, se prestara a figurar como Contratista, apoderándole para que, con sus propios medios, que no eran pocos, actuara en su nombre, ya que resultaba incompatible operar con su propia empresa dada su doble personalidad en relación con el tema, y, “garantizándole”, junto con otro Empresario minero, amigo de ambos, que en aquel momento era Alcalde del lugar, que no sufriría quebranto alguno por lo que calificaron como un inolvidable favor.
-A la sazón, los impuestos derivados de las actividades empresariales se liquidaban sobre la base de un sistema conocido como “Evaluación Global” que consistía, esencialmente, en que la Hacienda Pública demandaba a cada gremio una cantidad “en bloque” y luego, esta cantidad, era distribuida proporcionalmente entre los empresarios afectados, por el procedimiento que éstos acordaran.
-La modesta Empresa de su padre, que antes de la realización de la obra, cotizaba una cantidad mínima, dado que por su volumen de negocio se encontraba en un segmento de la zona baja de la tabla, se topa con que, las 10.000 pesetas aproximadas que se le venían adjudicando por la base de cotización resultante, se habían transformado en casi 100.000, una cantidad escandalosa para su economía, atendiendo a los valores de la época.
-Envía a EmeA a la Capital de la provincia para informarse de lo que en principio creía que se debía a un simple error, ya que no podía imaginarse siquiera las causas del incremento fiscal, y donde averiguó que a la Empresa de su padre la habían clasificado en una categoría diez veces superior y de ahí el aumento de la cuota demandada por Hacienda.
-En el gremio del ramo, la base imponible de cada Empresa se calculaba por el número de trabajadores que aparecían en las liquidaciones de las cuotas de la Seguridad Social en el período afectado y, una vez que la “Comisión” había considerado que la de su padre se situaba en un nivel alto (aquél al que la había llevado la obra de los mineros), bajar de allí resultaba tan complejo, que lo más fácil (y lo usual) era darse de baja en la actividad con las complicaciones que se derivaran de la baja y del alta posterior para seguir trabajando.
-Cuando su padre supo cuáles eran las causas de aquella demanda fiscal, se puso en contacto con el Alcalde-amigo-empresario -minero “garantista”, que lo remitió a EmeErre-A (el Abogado-Empresario), que lo despachó sin aceptar que debería asumir el perjuicio económico causado, para cumplir el compromiso adquirido, después de intentar, sin conseguirlo, como era natural, persuadirlo, como suelen hacer determinados políticos que pretenden convencernos de que lo blanco es negro y lo negro blanco, de que la titularidad de la obra de los mineros no había influido para nada en la abultada demanda tributaria.
-Una vez más, su padre, acudió a JotaErre demandando una mediación con sus interlocutores, con quienes, de otro lado, mantenía constantes y fluidas relaciones de amistad y de intereses económicos y políticos, el cual, para no verse “comprometido”, sugirió que debería evacuarse una consulta profesional con el Abogado de Madrid Don GeErre-A, director del recurso sobre la liquidación de la obra de la “traída de aguas” ante el máximo Tribunal, quien mantenía una conocida (por ellos) hostilidad hacia el Industrial-Letrado, relacionada con las operaciones carboníferas de la firma Carbones de NERIFETE, cuya Asesoría Jurídica estaba encomendada al Letrado “turasmadrileño”.
-Acordaron que, inmediatamente se hiciera la consulta y decidieron que dos días más tarde JotaErre y EmeA se desplazaran a Madrid para tratar de resolver el problema que, para su padre, se saldaba con las 100.000 pesetas que debería liquidar a la Hacienda, sin considerar, por temor a que pudiera ser causa de enfrentamiento con el Alcalde-minero o de cualquier otro tipo de represalia, los demás perjuicios colaterales.
-Después de anunciar seguidamente vía teléfono, para evitar cualquier contratiempo, la visita al Letrado, fueron recibidos en el despacho de la Asesoría Jurídica de la Compañía explotadora del “oro negro”, como eufemísticamente gustaba nombrarse al carbón en TURIASAS, que tenía la Sede en la calle Fernanflor, detrás del edificio de las Cortes, frente al ensanche de la calle Zorrilla y que, después de las saludos de cortesía, acordaron que EmeA le expusiera detalladamente la cuestión en una cita que le concedió en uno de sus despachos particulares de la calle Villanueva (el otro se encontraba en la calle Serrano), al que acudió sin compañía porque JotaErre (que era maestro en el arte del escaqueo cuando, como en el caso presente, se relacionaba frecuentemente con ambos juristas, se excusó con la peregrina disculpa de que no aportaría nada útil a la exposición), entrevista para la que exigió puntualidad, dada la gran cantidad de trabajo que tenía que despachar.
-En el afán de agradar, e influido sin duda por el calificativo que había dedicado a la primera visita relacionada con el asunto de la “traída de aguas” (mejor hubiera sido que no lo supiera) y cuando le señaló las cinco en punto, EmeA se apresuró a decir que estaría en su despacho a las cuatro y media a lo que, el Letrado, rotundamente, le espetó: ¡Muchacho, la puntualidad consiste en llegar en punto, NI ANTES NI DESPUÉS!.
-Y no iba a ser el único sofoco que experimentaría con el espartano jurisconsulto, en el plazo de veinticuatro horas.
-El segundo se produciría en el bufete de la cita encima de cuya mesa se encontraban varios ejemplares de la Prensa, sobre los cuales destacaba el ABC del día, cuya portada presentaba una fotografía de Franco, en pie, al lado de la mesa de su despacho, en la que aparecía una ingente cantidad de legajos, lo que creyó que le serviría para recuperar, al menos, algo del “prestigio” que suponía que había perdido en la entrevista anterior y, sin reflexionar lo más mínimo, señalando al Diario, mientras le dirigía su tímida mirada dijo: ¡Cómo se nota que el Caudillo trabaja mucho! y, sin darle un instante de tregua le espetó: ¡Mozalbete, en las mesas donde se trabaja no hay papeles!.
¡Cierto!, en la suya, al menos, no los había.
-La ingenuidad que lo condujo a aquella azarosa situación que vino a “descolocarlo” un poco se debía a que, entonces y durante mucho tiempo, tendía a suponer que todos, o la mayoría de cuantos destacaban socialmente por su función pública o privada y que trataba con cierta frecuencia, eran franquistas convencidos y, además, falangistas, pero, aunque sabía por JotaErre que GeErre-A no era falangista, desconocía que tampoco era franquista.
-Hasta ahí había calado la respuesta que en su día obtuvo a una pregunta que se atrevió a formularle a JotaErre acerca de la evolución de los falangistas.
-Le contestó:
-“En Febrero del ’36 había “cuatro gatos” afiliados a Falange y, en Abril del ’39, ¡NO HABÍA TELA SUFICIENTE EN ESPAÑA PARA HACER CAMISAS AZULES!”.
-Entre los no franquistas y no falangistas (resultaba más suave que decir anti franquistas y anti falangistas), se encontraban algunos “favorecidos” por la protección que les brindaba JotaErre y a los que conoció y trató EmeA, que hubieran tenido que salvar serios escollos para sobrevivir socialmente sin tal auxilio, por su anterior adscripción y filiación a partidos comunistas, republicanos federales, socialistas y otros “istas” con los que, probablemente y como hacía un ex-Gobernador Civil al que mencionaremos más tarde, se hacían “perdonar” o se “cubrían las espaldas”, sin descartar algún caso en que el interés que mediara fuera exclusivamente sentimental.
-Comentando posteriormente con JotaErre el desarrollo de la exposición y la abrupta respuesta recibida por el comentario a la fotografía del ABC, le dijo que Don GeErre-A, ciertamente, no era franquista sinó que era republicano, al igual que su hermano EmeErre-A, Abogado y Diplomático, Subsecretario de Marina Civil y Alto Comisario en Marruecos en 1935, asesinado el día 22 de Octubre de 1936 en la Cárcel Modelo de Madrid, al que los milicianos (republicanos) habían “paseado”, habiendo abandonado el cadáver posteriormente en una calle de Madrid.
-Después de la exhaustiva explicación acerca de la situación y la correspondiente ponderación sobre la más conveniente estrategia a seguir y, al conocer que EmeA contaba con amplios Poderes otorgados por su padre, mientras que EmeErreA sólo disponía de Poder específico para representar al Contratista en la realización de la obra concreta, así como que, de su peculio, constituyó la fianza exigida para licitar, le recomendó que, sin mencionarle en ningún momento, lo requiriera, nada más regresar a TURIASAS, convocándolo formalmente, a continuación, para la “rendición de cuentas”, haciéndole saber que, si no asumía el pago del incremento fiscal que Hacienda reclamaba a su poderdante, inmediatamente le retirarían el Poder, cuya primera consecuencia sería quedar desautorizado para retirar la fianza consignada a nombre de PeEme (unos dos millones de pesetas), que era la Empresa adjudicataria formalmente.
-GeErre-A se aseguró de que EmeA había entendido con claridad que la gestión sugerida tenía por objeto tantear a EmeErreA al que consideraba, en sus palabras, un peligroso enemigo, por lo que se reservaba adelantar la táctica más adecuada a seguir, en función de la reacción del Letrado-Industrial de GANCASDELENE que, por prudencia, no debería conocer que estaba tutelando la gestión.
…que de la otra me libro yo.
* * *
VIII(2)
Buen amigo es…
-Regresaron a VIAPRA y, al día siguiente, después de darle cuenta de la gestión a PeEme y sin previo aviso, porque consideró que llamarlo para concertar una entrevista a citarlo en su domicilio podía resultar infructuoso, EmeA, en una Vespa con la que años antes había ido a Madrid por primera vez, acompañando a un amigo y paisano que residía en la Capital de España y que trabajaba como administrativo en las Fuerzas Armadas Norteamericanas de la Base Aérea de TORREJÓN de ARDOZ, se desplazó a GANCASDELENE para tratar de entrevistarse con el Letrado.
-Se encontró con una impresionante mansión de estilo colonial, ubicada en una finca rodeada de un muro de mampostería y ladrillo rojo de medio pié inglés, con un enrejado rematado con puntas de lanza que persuadían simbólicamente de cualquier intento de traspasarlo, con acceso por un portón de hierro forjado y, cuando llamó al timbre y le franquearon el paso, hubo de recorrer un buen trecho hasta el hall de entrada donde esperaba una empleada del servicio doméstico ataviada con uniforme y cofia que, sin darle tiempo a expresar un solo vocablo, le dijo que “el Señor no recibía sin cita previa”.
-EmeA insistió en que le transmitiera a su Señor que quería hablar con él el hijo del Contratista de VIAPRA, que venía por indicación del Letrado de MADRID D. GeErre-A, (desoyendo la condición que le había, digamos, impuesto), lo que supuso que fuera el propio amo, que había escuchado desde el interior, quien saliera a la puerta y, con mucho aparato y solemnidad, le invitó a esperarle en un salón contiguo a su despacho, al que lo condujo la sirviente y al que retornó después de un estudiado lapso de tiempo después de haberse despojado del batín de estilo inglés y las zapatillas de piel de cabritilla que vestía cuando apareció en el umbral de la casona.
-Comenzó preguntándole si le apetecía tomarse una limonada (no le concedía capacidad para consumir café, un licor o cosa parecida) e, interesándose por las actividades que realizaba, por sus estudios y aficiones y si compaginaba su formación “académica” con el trabajo en la Empresa paterna, denunciando una sibilina táctica orientada a debilitar el arrogante gesto que mantenía su interlocutor que derivaba del convencimiento de quien se encuentra en posesión de la razón y sabe que tiene la batalla ganada.
-El impresionante despacho en el que se hallaban conectaba con aquel salón-biblioteca a través de una puerta corredera de doble hoja de madera noble como el artesonado de los techos y el resto del mobiliario a juego, en cuyo centro destacaba una fastuosa mesa de billar.
-Utilizó mil y un circunloquios antes de interesarse claramente por la causa de la visita, que conocía de sobra y, cuando EmeA resuelta y tajantemente expuso sus incondicionales razones, dio un teatral y estudiado brinco en su sillón, se incorporó dando dos sonoros manotazos sobre la mesa y le instó a abandonar inmediatamente la estancia, porque, en sus propias palabras, no toleraba ningún tipo de amenazas o de chantajes y menos, en su propia casa.
-Con gesto de autoritaria rabia, le señaló el camino de la salida y mientras requería la presencia del servicio para acompañar al incómodo visitante hasta la puerta de la calle, con el mismo tono huraño y el rostro encendido por la ira, le espetó que podía ir desistiendo de su pretensión que no vería colmada por mucho que esperara de la intervención del Letrado madrileño, cuyo respaldo ponía en duda ya que no podía aceptar que un insignificante Contratista de pueblo pudiera contar con los servicios del que, entonces, era uno de los más prestigiosos y caros Abogados de España.
-Ya en el hall, hasta donde lo había seguido colérico el anfitrión mascullando confusos improperios y porque no le fue permitido hacerlo antes, lanzó EmeA el ultimátum: ¡Si a las once de la mañana del día siguiente, no se personaba en la Notaría de VIAPRA con DOSCIENTAS CINCUENTA MIL pesetas en efectivo, se le retiraría el Poder y se formalizaría ante el Fedatario Público el requerimiento para la rendición de cuentas!.
-EmeA pudo escuchar aún una serie de airadas descalificaciones más, mientras volvía sobre sus pasos, rugiendo como un león herido.
-Cuando regresó a VIAPRA y dio cuenta de lo sucedido en presencia de JotaErre, ninguno de los dos confiaba en que fuese a comparecer al día siguiente y menos aún portando UN CUARTO DE MILLON de pesetas con el que, para darnos una idea, podrían comprarse tres automóviles Seat 600 o dos pisos de tipo medio-alto.
-Lejos de obtener, al menos, la bien ganada felicitación por la gestión realizada hasta entonces, hubo de soportar una agria reprimenda de su padre que, ¡”en ningún momento había autorizado y ni siquiera insinuado, que se le exigiera una cantidad superior al perjuicio inicial causado”!.
-Escuchaba por segunda vez en el día que aquel requerimiento cabía únicamente en personas sin atisbo de ética, a lo que PeEme no estaba dispuesto a prestarse y éllo a pesar de la defensa cerrada a su favor por parte de JotaErre, que creía firmemente que la compensación, para cubrir los perjuicios y gastos totales y los daños colaterales, debería alcanzar, cuando poco, el MEDIO MILLÓN, para compensar, de paso, los previsibles perjuicios futuros.
-Ni PeEme ni JotaErre creían, no obstante, que el Industrial-Letrado fuese a comparecer al siguiente día y, para relajar la tensión que se había producido, se fueron a tomar café confiando en que, no obstante, la cantidad final sería la que aconsejase reclamarle el Jurista madrileño.
-Pero se equivocaron los dos. A las once en punto de la mañana del día siguiente, con un talante que no se correspondía en absoluto con la actitud del día anterior y como si la solución la hubiera propuesto él mismo, llegaba ocupando el asiento trasero de su impresionante automóvil de factura norteamericana, del que descendió, cuando le abrió la puerta su chófer, portando una abultada cartera de piel de vaca en cuyo interior, y sujetas con las correspondientes fajas de papel del Banco de España, además de una serie de documentos entre los que se contaba el que sería el finiquito de la amistosa relación establecida entre la Empresa poderdante y el Apoderado, las DOSCIENTAS CINCUENTA MIL pesetas con las que, según dicho documento, quedaban saldadas las cuentas a “plena satisfacción de las partes” una vez firmado ante el Notario y en el que PeEme se comprometía a mantener vigente el Poder hasta que se cumplieran las condiciones legalmente exigidas para retirar la fianza consignada en el Organismo oficial correspondiente.
-Pendientes de la hora, no obstante, se hallaban, PeEme en su despacho colindante con la Oficina Púbica y JotaErre, discretamente, en una cafetería próxima para seguir de cerca los acontecimientos y cuando avisado por EmeA, que recibió al Letrado a la puerta de la Notaría donde compareció su padre, lo primero que hubo de hacerse fue rectificar la cantidad que contenía el documento para sustituirla por las 100.000 pesetas que, únicamente, aceptaría en aquel acto, de modo que, el Abogado-Industrial, que no salía de su asombro, regresó a su estancia de GANCASDELENE, eufórico, habiendo ganado en un par de horas que invirtió en ir y volver, ¡CIENTO CINCUENTA MIL PESETAS! con las que no contaba.
* * *
-Al año siguiente, la Empresa de PeEme fue convocada, como las demás, para renovar democráticamente los cargos sindicales de representación gremial y, como venía sucediendo desde que EmeA se incorporara al trabajo, va a ser a él a quien corresponderá, una vez más, la representación.
-Se celebraba la Junta en el Centro Sindical de la Capital de la provincia a las cinco de la tarde, en cuya reunión debería quedar constituido el cuadro de representación sindical de los Empresarios constructores, desde la Presidencia a los Vocales, pasando por el Secretario y demás cargos y, ¡carámba!, en la mesa presidencial se encontraba el Letrado-Industrial en calidad de Secretario de la Junta a la que se da comienzo tras la comprobación de la personalidad de los asistentes y sus credenciales y, llegado el momento de la recepción de las candidaturas para la presidencia, por la mesa, se declara desierta en primera y segunda convocatoria, evidenciando que no era un cargo grato para quienes carecieran de ambición política y se abre un turno para proponer un candidato que resultara designado posteriormente con el quorum reglamentario.
-En ese punto es el propio EmeErreA quien propone, después de un encendido y laudatorio discurso a EmeA que declina el ofrecimiento a pesar de lo halagador de la soflama y del estentóreo aplauso que suscitó el discurso del Letrado que, sin duda, ejercía una notoria influencia, también en aquel ámbito.
-Y nos encontramos pues, ante otra trascendente decisión en cuyo desarrollo, la vida de EmeA hubiera tomado un giro absolutamente diferente pero previsible, atendiendo a las circunstancias del tiempo, que vino a suscitar una sentida, más bien furibunda crítica de JotaErre, por la contrariedad que le producía, porque conocía muy bien la importancia política que tenía representar sindicalmente al gremio provincial de los constructores.
…el dinero.
* * *
IX
Da algo si tienes…
-Mientras duró la realización por contrata de la última obra construida en vida de PeEme en VIAPRA, para el ex Alcalde-minero, EmeA estuvo desplazado en MONTEBEL ocupándose de la ejecución de sendos edificios mixtos de viviendas y aulas escolares (los proyectos se conocían como ER-35 y ER-36) y, cuando se entregaron finalmente, el adjudicatario, su padre, ya no existía.
-EmeA, por disposición de su padre, había cedido a su hermano PeEme Jr. el control de la obra de fabricación de nichos en el Cementerio de NALACARRIO (VILESA), adjudicado por gestión directa, para hacerse cargo de los antedichos edificios escolares.
-Casi al finalizar la obra de los nichos, propiamente dicha, la Dirección Técnica municipal apreció la necesidad de realizar algunos trabajos de consolidación en el edificio destinado a la práctica forense y, dado el estado ruinoso que presentaba, cuando se iniciaron, se desplomó el techo construido con teja del país sobre rastreles y cerchas de madera y al desmoronarse se llevó por delante el entramado de madera de la planta intermedia quedando en pié, únicamente, los muros perimetrales de mampostería vieja asentada con mortero de arenón y cal y ello sin que se produjera, milagrosamente, ninguna víctima.
-El ingente montón de escombros en que quedó convertido el interior del recinto ruinoso y que alcanzaba casi la cota de lo que había sido la planta intermedia, ocultaba completamente la monumental losa de piedra que por su tamaño y espesor se asemejaba a la que cubre el cadáver de Franco en el Valle de los Caídos, sobre la que se practicaban las autopsias.
-EmeA, evocando los métodos egipcios utilizados para el desplazamiento de los grandes bloques de piedra que componen las pirámides, sugirió que, para desplazarla, y porque no era posible acercar una grúa con la capacidad requerida para mover un peso tal, se arrastrara con rodillos hasta el exterior en tanto se reconstruyera el edificio y cuando se concluyera, se volviera a desplazar por un sistema similar consistente en llenar materialmente el espacio de arena para deslizar la gran losa hasta su ubicación final sobre los correspondientes apoyos de piedra, retirando finalmente la arena.
-Y, paradojas del destino, la última vez que vio la mesa de autopsias el día 21 de Octubre de 1975 (un mes más tarde fallecería Franco), sobre ella se encontraba el cadáver de aquel hermano suyo que se había encargado de controlar la ejecución de las obras del edificio y de colocar la gran piedra.
-Horas antes había fallecido víctima de un accidente de circulación al salirse (presumiblemente de forma voluntaria) de la carretera para evitar la colisión contra un automóvil que sobre las 0 horas de aquel para él fatídico día, circulaba correctamente por su carril en sentido opuesto al suyo, yéndose a impactar contra la ruina de un gran muro de piedra oculto por un frondoso matorral que, sin duda, no se encontraba presente en su mente pues, dada la profesionalidad con que ejecutaba su temeraria conducción de automóviles perfeccionada en la participación en numerosos “rallies”, de hallarse, lo hubiera evitado.
* * *
-La obra de VIAPRA pronto fue bautizada con el nombre de un ritmo de moda entonces, (“CALAYEN”) que, en su composición, coincidía con el estribillo que decía: “izquierda, derecha, izquierda, derecha, delante, detrás, un, dos tres,” que fue proyectada por el Arquitecto municipal CeBeBe y ejecutada bajo el control técnico del Aparejador EACe.
-También corría a cargo del Arquitecto la dirección técnica de los edificios escolares pues figuraba en la “plantilla” provincial del M.E., quien mantenía con EmeA una buena relación de confianza y amistad, como se desprende de lo relatado sobre las promociones de TUSTAVE y de DOGRA, y del hecho de que, hasta la fecha de la entrega oficial coincidiendo con la recepción de otro edificio escolar construido por otra Empresa en el mismo Concejo, no apareció por las obras.
-Era, comprensible, aunque no justificable probablemente dado que la llegada a la capital del Concejo resultaba un tanto problemática por lo accidentado de las carreteras de entonces, pero el acceso a la pedanía donde se construía el proyecto ER-35 era realmente un “calvario”.
-Para hacerse una idea, recordaremos aquí que las 700 toneladas que pesaban los materiales para la construcción del edificio fueron transportadas a lomos de unas caballerías que sólo podían soportar, dada la accidentalidad del sendero, unos 50 kilogramos por acémila.
-Dada la distancia (unos 4 kilómetros) y la pendiente a salvar, la reata no conseguía hacer más que un viaje por la mañana y otro por la tarde, de modo que, una noche la pasaba en la montaña, acompañada de su acemilero, y la siguiente en el valle al lado del río, donde acopiaban las cargas.
* * *
-Poco antes de concluir la estructura y la cubierta de la obra de BANSANESTE, EmeA recibió la visita del Aparejador EACe, con el que un par de años antes había tenido un violento enfrentamiento verbal por unas serias diferencias de apreciación acerca de la seguridad de una obra en la que coincidían los intereses de ambos, que los mantuvo alejados el uno del otro hasta entonces; visita que supondría, aunque ninguno de los dos podía imaginarlo, la base de una sólida y sincera amistad que duraría hasta la prematura muerte del Aparejador.
-En el edificio “CALAYEN”, plenamente ocupado por inquilinos y por una empresa de alquiler de automóviles explotada por los hijos del propietario, se habían producido unas alarmantes grietas estructurales que afectaban a las plantas del forjado desde la de viviendas hasta la de cubierta que, al no apreciarse, en principio, que tuvieran su origen en un asentamiento del terreno u otra causa similar, fueron provisional e inicialmente diagnosticadas como derivadas de un defecto constructivo, dando lugar a que, como primera medida, se inculpara al contratista fallecido y, de rebote, al Aparejador por una negligencia in vigilando, no sin antes proceder al desalojo de los ocupantes y el correspondiente apuntalamiento en evitación de un derrumbamiento quasi inminente de consecuencias imprevisibles.
-Del asunto empieza a conocer la Sección Penal del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción local que, como primera providencia, procesa al Aparejador como responsable, quien se enfrenta a una querella de parte con una consecuencia penal, que pudiera acabar en el encarcelamiento y la pérdida de la capacidad para el ejercicio de su carrera profesional y una consecuencia civil que supondría tener que afrontar la reconstrucción del edificio y la indemnización al propietario y a los ocupantes dispersos entre hoteles, hostales y otros alojamientos y que alcanzaría una “astronómica” cantidad que, en cualquier caso, no podría afrontar con recursos propios y, para mayor desgracia, tampoco contaba con un Seguro de Riesgo que cubriera mínimamente tal eventualidad.
-EmeA había sido citado formalmente en calidad de testigo ya que, al ser la ejecutante una empresa personal, los herederos hubieran tenido que responder civilmente hasta donde alcanzara la masa hereditaria que, dicho sea de paso, era inexistente y, además, había aceptado la herencia a beneficio de inventario, pero no penalmente y todo ello, en el caso de que llegara a probarse que había habido negligencia o mala praxis en el proceso constructivo y que, después de aquella única deposición no fue requerida de nuevo su presencia en el Proceso.
-Para cuando recibe la visita del Aparejador que, utilizando sus propias expresiones, suponía “un dolor equivalente a un parto” y en cuyo éxito no tenía ninguna confianza por la manifiesta enemistad entre ambos y, además, porque, por el contrario, conocía la amistad existente entre EmeA y el Arquitecto, EACe había sido formalmente acusado y se encontraba en libertad bajo fianza con la sensación, fundada, de que resultaría condenado si no se obraba un milagro del que ya, inicialmente, tal como lo veía, formaba parte que EmeA accediera a conversar con él.
-La estructura del edificio en cuestión había sido estudiada sobre la base de una serie de vigas “contínuas” apoyadas sobre pilares formando pórticos cuyas dimensiones encajaban esencialmente en los módulos y distribuciones de las viviendas, sin que en el momento del estudio y posterior ejecución los consiguientes pilares fueran rechazados por su cantidad o ubicación pero, cuando se lleva realizado el primer alzado correspondiente al local-sótano resultante, el dueño se percata de que, en el gemelo local superior que pensaban destinar al negocio del alquiler de automóviles, los pilares achicaban excesivamente los espacios, por lo que cita al Arquitecto en la obra para exponerle el problema y allí, sobre la marcha, facilita la solución técnica para eliminar los que “estorbaban”, lo que venía a suponer, de entrada, que había que modificar la ferralla y los encofrados, con el consiguiente perjuicio económico para el contratista, aunque lo vería oportunamente compensado y, con la presencia del Aparejador, deja plasmadas las modificaciones, supuestamente adecuadas, de su puño y letra en los planos que maneja el Constructor, en los que también estampa su firma.
-Cuando por el Juzgado se cita al Arquitecto en calidad de testigo, éste aporta un juego de planos de nueva factura de los que se desprende que, si las modificaciones se ajustaran a su contenido, no se habrían producido los daños que presentaba la estructura, los techos, los pavimentos, los paramentos verticales, la carpintería, las instalaciones de agua, sanitarias, eléctricas, etc. y, como lógica consecuencia, una buena parte de la cubierta.
-EACe, que durante el proceso de construcción no pudo coincidir con EmeA por las razones comentadas, decide visitarlo con la esperanza de que, a pesar del tiempo transcurrido y el conocido públicamente desmoronamiento de la Empresa Constructora, se conservaran aquellos planos modificados por el Arquitecto a pié de obra y, de aparecer, que no coincidieran con los aportados al Sumario, pues era el “clavo ardiendo” al que necesitaba asirse para intentar salir airoso de aquella angustiosa situación.
-Generosamente EmeA se comprometió a buscar el legajo de los documentos relacionados con “CALAYEN” y en presencia de Aparejador que había sido invitado a tal fín, en el sótano-archivo de la casa natal, aparecen los planos utilizados para la ejecución de la obra y, en concreto, en los referidos a la estructura, está indeleble la firma del Arquitecto validando las modificaciones ordenadas que EACe, inmediatamente, aprecia que no coinciden, a falta, claro está, del correspondiente cotejo con los obrantes en el Expediente judicial.
-Cuando EmeA invitó al Aparejador a asistir a la búsqueda de tan valioso instrumento, le advirtió que, si aparecía, y tanto si coincidía con los planos aportados al Sumario como si no, antes de entregárselos, se lo comunicaría al Arquitecto con el fin de que se entablasen, al menos, las negociaciones orientadas a resolver extra judice, si fuera posible, el tremendo conflicto planteado y ello porque se veía forzado a resolver el dilema a que se enfrentaba pues, a la amistad que le une con el Arquitecto, se opone lo que ofrece todos los visos de resultar un acto de estricta justicia.
-Efectivamente, cuando EmeA se comunica con el Arquitecto y le da cuenta del hallazgo, éste no pone inconveniente alguno porque se los entregue al Aparejador señalando que, aunque no recordaba los detalles de la modificación “estaba seguro de que coincidirían plenamente con los aportados al Juzgado” por lo que, decía, no debería derivarse perjuicio alguno porque, a su vez los presentara EACe.
-Y así fue. EmeA se los facilitó al Aparejador y éste, sabedor de la contundencia de los documentos, consiguió, con la inteligente y hábil mediación, que los Abogados se encargaran de hacerle saber al Arquitecto que estaban en condiciones de probar que había habido un acto de falsedad documental que daría un vuelco “copernicano” al Proceso. Tras las correspondientes negociaciones con las partes, es decir, con el propietario, con el Arquitecto y con la Compañía Aseguradora de éste, cuya Póliza cubría holgadamente los gastos totales de la tragedia, consiguieron que la causa penal fuera sobreseida exonerando al Aparejador de cualquier tipo de responsabilidad penal.
-Llegaron a la mejor solución consistente en que, en lugar de derribar el edificio completo como se pretendió en un principio, se procediera a reforzar la estructura con un “zunchado” exterior de perfilería metálica en los pilares y las vigas afectados que se encacharon con ladrillo posteriormente, consiguiendo, junto con la seguridad, una estética que escamoteara a la vista la solución y restaurando el resto de los elementos afectados de forma que, en muy pocos meses, el edificio acogió de nuevo a sus ocupantes.
-Lo mejor, a satisfacción plena de las partes (y de la opinión pública en general), que recobraron así la confianza en la calidad de las obras realizadas por el constructor que, pos mortem, recuperaría un prestigio ganado con gran esfuerzo y que, sin posibilidad de evitarlo, había sido cuestionado.
…mucho si puedes
* * *
X
No basta tener ingenio…
-Y, aunque puede decirse que EmeA inaugura la década de 1965 a 1975 con la obra de BANSANESTE, va a ser la nueva relación con el Aparejador la que consolide una trayectoria de éxitos en lo profesional y en lo económico, en estos dos nuevos lustros, pero, teniendo en cuenta que sin renunciar nunca a la posibilidad de enriquecerse tanto como fuera posible, cuando lo permitieran honestamente las circunstancias, nunca prevaleció este legítimo interés sobre otros valores inmateriales.
-Cuando el “calvario” por el que atravesaba EACe tocó a su fín, que vino a coincidir prácticamente con los acontecimientos que dieron lugar a que EmeA se despidiera de esta obra, el Aparejador, como signo del inmenso agradecimiento que le tenía y al comunicarle el afortunado desenlace final de lo que había sido aquella pesadilla para él, lo visitó de nuevo pero esta vez para proponerle que aceptara el cargo de Jefe de Obra de una Empresa constructora en la que, paralelamente a su función como funcionario municipal, desempeñaba tal puesto.
-Una reciente Ley de Incompatibilidades hizo que, después de ganar la plaza en una dura oposición para el cargo de Aparejador Municipal que venía ejerciendo interinamente en el Ayuntamiento de LLONCASTRI, se viera obligado a renunciar a cualquier otra actividad similar paralela en el Concejo y, el Jefe de la Empresa Constructora le encomendó que propusiera a un profesional titulado de su confianza que lo sustituyera y, aunque sabía que EmeA no contaba con la titulación exigida, le sugirió al Gerente-copropietario de la firma YMSACE, JotaEmeAEme (Ingeniero de Minas), que lo contratara con la misma confianza que a él le merecía porque “no conocía a nadie con mejores aptitudes para el desempeño de aquella función”.
-Hizo que EmeA lo acompañara para presentarlo al Jefe y de aquella misma reunión salió el compromiso de contar con él, a pesar de la carencia del título, si en el plazo máximo de un mes le entregaba un “planing” para la realización de un edificio de 96 viviendas y unos 4.000 metros cuadrados entre locales comerciales, sótanos y semisótanos a construir en CASBLANDRASPIE que, para acometer su inicio, aunque ya contaba con los permisos municipales “ad hoc”, necesitaba que la Hidroeléctrica desmontara una línea aérea trifásica de A.T. que prestaba servicio de emergencia al Aeropuerto próximo y que atravesaba en diagonal la finca en la que se construiría el edificio, y que se mostraba renuente porque no alcanzaba la cifra que demandaba de la Empresa Constructora y del Ayuntamiento que, a la vez, estaba obligando a la Compañía suministradora de energía eléctrica a soterrar el servicio porque, además, cruzaba peligrosamente el patio de una Escuela pública cercana.
-EmeA, formalmente, no había realizado nunca un “planing” dado que las obras en las que había intervenido hasta entonces, por su limitado volumen, podían planificarse sin tal formalidad y puede decirse, en puridad, que aunque había tenido en la mano algo que se le parecía correspondiente al anteproyecto de Menito Bás, no había podido reparar con detalle por lo que, de entrada, aceptar, suponía ya un tentador reto, sobremanera si se añade que, al sueldo propuesto con sus pagas y demás emolumentos, se incrementaría el 1,5 % sobre la certificación mensual, mas el 15 % sobre los beneficios finales de obra; condiciones todas ellas que correspondían a las ofertadas para el desempeño de las mismas tareas por el Aparejador proponente, situando el umbral previsible de los ingresos globales anuales en torno al millón de pesetas, cuando el de un encargado de obra se movía sobre las 200.000.
-Le entregaron un voluminoso paquete con los Planos, Memoria, Mediciones y Presupuesto y le pidieron que encajara la realización en 18 meses y, además, que incluyera la propuesta de medios auxiliares a utilizar en la obra tales como “grúa-pluma”, hormigoneras, andamios mecánicos y manuales, elevadores, etc., significándole que el trabajo debería incluir una Memoria descriptiva que sirviera, a la vez, para planificar la financiación y la contabilización de los trabajos.
-Se llevó a su casa el encargo con la sensación de quien, en la oscuridad, se topa con el canto de una puerta, sintiendo una especie de náusea que, por conocida, no resultaba menos agobiante pues, una vez más, había dado a entender que sabía más de lo que sabía destruyendo así el margen para consultar mínimamente, convencido, eso sí, de que si de su única responsabilidad dependiera, podría plantear los desarrollos diarios sin el auxilio de tal instrumento, pero, las exigencias del “planing” era algo que lo superaba hasta el punto de que puede decirse que no llegó a conciliar el sueño más de dos horas seguidas hasta que dio por concluida la tarea en quince días en los que estuvo febrilmente trabajando en el encargo.
-Se “empapó” la obra de las 96 viviendas y demás que presentaba una figura en forma de hache compuesta por tres cuerpos que contenían cuatro viviendas por planta cada uno, con dos portales de acceso por bloque situados al nivel de la cota superior de manera que, por debajo de las plantas de pisos se situaban los locales comerciales y otros que podían merecer tal nombre en cuanto a la zona más próxima a la cota inferior y, por debajo de todo ello un semisótano y más abajo un sótano destinado a plazas de garaje, así como la explanada de aparcamientos que por medio de una rampa conectaba las calles situadas a los extremos del rectángulo, todo lo cual nos da una idea de la complejidad del Proyecto.
-Cuando comprobó una y otra vez que el “planing” se ajustaba como un guante a las exigencias requeridas; ojeroso, cansado, pero con aquella euforia que se experimenta cuando se percibe el triunfo de la confianza y el tesón sobre la cobardía, la abulia o la impericia invencible, se comunicó con su recién recuperado amigo EACe para, en su compañía, presentar el trabajo realizado en la mitad del tiempo propuesto.
-JotaEmeAEme le confesó más tarde, cuando los niveles de confianza habían alcanzado su punto más álgido que, cuando el Aparejador pidiéndole la cita dijo que EmeA había concluido el “planing” con las demás exigencias, y dado que él mismo tenía que hacer idénticos trabajos como Jefe de Obra de la leonesa empresa constructora ROPANE TABUCE donde cesó para incorporarse a la Dirección de YMSACE, pensó que no había podido superar la prueba o la había concluido defectuosamente, por lo que accedió movido de una parte por la curiosidad y de otra por la necesidad de apurar los plazos para contratar lo antes posible a un candidato al puesto si, como imaginaba, fallaba el aspirante.
-Se reunieron y después de la diabólica prueba a la que había sido sometido y que superó con nota, fue contratado y para que antes de hacerse cargo de la obra de nueva creación se fuera familiarizando con los ritmos y los conocimientos de la Empresa, al tiempo que se hiciera notar entre el personal fijo, los proveedores y los colaboradores , fue destinado a una obra que la firma había construido en la localidad de LINASSA del mismo Concejo, y cuyas viviendas, íntegramente, fueron vendidas en DÜSSELDORFF, en una promoción impulsada con la preciosa colaboración de la esposa del Gerente, de aquella nacionalidad, ex azafata de LUFTHANSA.
-Se estaba procediendo a la entrega material de los pisos a los propietarios tudescos, que de acuerdo entre ellos, se las arreglaron para introducir en el País, como parte del menaje personal y los electrodomésticos, los fregaderos de acero inoxidable de doble seno con escurridor y triturador de desperdicios incorporado que no se conocían en España y que, de otro modo hubieran tenido que salvar graves y costosas dificultades aduaneras para importarlos y, además, con unos costes desproporcionados.
-Y así, cuando el equipo formado por un encargado, un electricista y un fontanero, capitaneados por el flamante Jefe de Obra procedía a la entrega de los pisos a un teutón que había viajado expresamente a España para recibir el suyo, repararon en que, en el triturador se producía una fuga en la junta de unión que se subsanaría con un simple ajuste de los espárragos de sujeción que lo mantenían suspendido por debajo del conjunto en el interior de la meseta de la cocina.
-Las cabezas de los espárragos contenían una cavidad para alojar una llave “allen” que si se encontraba entonces en nuestro País era porque acompañaba al aparato dotado de tal ingenio y que, en las Ferreterías y tiendas especializadas era prácticamente desconocida y, al carecer de la misma, el operario que se encontraba comprobando la fuga, golpeando enérgicamente un destornillador de boca plana lo incrustó en el hueco de forma que, con el auxilio de una llave inglesa consiguió apretar el espárrago en cuestión de tal manera que, vencida su resistencia, se partió dejando desencajado el artilugio con el consiguiente disgusto y decepción de los presentes, especialmente del dueño, que en su lengua y señalando a cada uno con el acusador dedo, manifestaba clamorosamente su desencanto y contrariedad.
-EmeA, haciéndose cargo de la situación, se introdujo por debajo del fregadero y al comprobar que no resultaba difícil extraer de la base del triturador el trozo de espárrago roto para dejar expedito el alojamiento roscado, decidió que se podía salvar provisionalmente la situación hasta que el dueño adquiriera en Alemania un repuesto con su correspondiente llave de apriete, sustituyendo el espárrago por una “trinca” o cincha de alambre trenzada convenientemente a través de los alojamientos para obtener la presión adecuada entre la base y la brida inferior.
-La solución hizo que, el alemán que presenciaba las actividades desde la atalaya de sus casi dos metros de altura, cambiara inmediatamente el gesto al comprobar que el triturador funcionaba eficazmente sin la más mínima vibración y sin apreciar fuga alguna, metiera la cabeza como buenamente pudo para verificar el “milagro” y cuando comprobó la calidad de la solución adoptada, se incorporó bruscamente con un gesto más violento que el anterior si cabe, farfullando en un castellano más intuíble que inteligible: ¡Ah,… españolos,… sólo saben alambre!.
-Las persianas, las puertas, las ventanas, la electricidad, la fontanería y demás, habían sido recibidas satisfactoriamente y con la solución del triturador se dio por concluida la entrega a resultas del aviso para sustituir el alambre por el espárrago cuando el teutón lo adquiriera y que, curiosamente, teniéndolo en su poder, más de un año después, no había requerido la presencia de un operario para instalarlo porque, como le confesó a la esposa del jefe, dudaba de que la eficacia del espárrago alcanzara el grado de efectividad logrado con la solución del hilo metálico.
…lo importante es aplicarlo bien.
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X(2)
Sé osado…
-En el solar en el que habría de construirse el edificio para lo que, principalmente, había sido contratado EmeA, se había concluido el desmonte y excavación del sótano, razón por la que tenía que desplazarse una y otra vez para entregar viviendas en un edificio y para hacer el seguimiento del replanteo de la excavación y realización de zanjas y zapatas, etc., en el otro, y la línea aérea de A.T. de 150 KV continuaba como si nunca debiera cambiar de lugar y, entretanto, la Empresa vendía los pisos y los locales a un ritmo que invitaba a la Promotora a negociar la adquisición de más suelo para la realización de otras construcciones rápidamente en el entorno del iniciado, aprovechando la desbordante demanda existente, dentro y en las condiciones del recientemente aprobado Plan de Urbanización del área y JotaEmeAEme consigue, con la preciosa colaboración de EmeA que conoce a uno de los miembros de la familia propietaria, una finca rústica recalificable, para la futura construcción de varios edificios urbanos.
-Por la decisiva intervención de EmeA en la negociación y futura adquisición de la finca de aquella familia dedicada a la comercialización de vinos y licores, y por los méritos que adquiere a sus ojos por las intervenciones en la conclusión y entrega del edificio de “los alemanes”, JotaEmeAEme formula, por primera vez, su intención de constituir una nueva Empresa Promotora en la que quiere que participe el nuevo Jefe de Obra con un paquete adecuado de acciones “liberadas”, dejando la Empresa a la que está adscrito únicamente como Constructora y, además, comprometiéndose a que EmeA actuara como Jefe de Obra de todas las edificaciones que acometieran y no sólo de aquella para la que había sido contratado, lo que vino a suponer un incentivo añadido a los primeros, que lo colocaba al borde del éxtasis por el vertiginoso ascenso que estaba experimentando.
-Con aquellas promesas que actuaban en el ego como inyecciones de energía quasi cósmica, EmeA no veía el modo de trabajar constantemente más y mejor e iba acumulando prestigio tanto interior como exterior hasta el extremo que, muy pocos meses más tarde iba a recibir la oferta más espectacular que se hubiera podido imaginar en aquel momento, superadora con mucho de cuanto éxito hubiera supuesto la participación en la promoción de las 7.000 viviendas etc., de VILLAVERDE en MADRID.
-Un alto funcionario municipal, propietario del 90% de los solares edificables del nuevo Plan de Urbanización del área que se desarrollaba en los muchos cientos de hectáreas de terreno que junto con otro hermano habían heredado de sus padres, pero que resultaba único dueño ya que este último le había cedido su parte a cambio de otros bienes, pretendía constituir una Empresa Promotora y Constructora con EmeA como socio industrial y él como socio capitalista al 50%, a la que inmediatamente adjudicaría la propiedad de aquellos terrenos sobre los que habría de construirse la almendra de la nueva Capital del Concejo que ya se perfilaba como la gran metrópoli en que se convirtió en muy corto plazo.
-Aceptar hubiera supuesto sin duda establecer las bases de un éxito económico sin precedentes pero, el precio era abandonar aquella criatura que estaba modelando con sus propias manos y superar la congoja de despedirse con la amarga sensación de los traidores que sean capaces de sentirla, tanto en lo que se refiere a YMSACE como al Aparejador (que, aunque nunca lo confesó, influyó notablemente en la intención de su compañero y amigo el funcionario), con lo que declinó aceptar el ofrecimiento lo que supuso que el oferente, con el que mantuvo una franca y duradera amistad, desistiera de llevar a cabo el proyecto con otra persona que no fuera él, lo que a pesar de todo significó que en muy poco tiempo viera multiplicada astronómicamente su fortuna vendiendo los solares resultantes al mejor postor.
-Y el nasciturus daba ya sus pataditas en la tripa.
-El edificio que fue bautizado como GARDEN empezaba a mostrar su envergadura al concluir la planta de sótano, la del semisótano, la de la explanada y la de los locales comerciales y la línea de A.T. que suponía, en teoría, una barrera insalvable continuaba en tal estado mientras YMSACE sufría la parte más virulenta del chantaje a la que la tenía sometida la Eléctrica cuyo Ingeniero-Jefe del Área sabía la presión que sobre ella estaban ejerciendo los nuevos compradores de modo que las exigencias económicas que iba imponiendo eran cada vez mayores.
-La situación tenía dos salidas: aceptar el pago de las leoninas cantidades impuestas o llevar a cabo un acto de inteligencia y arrojo como el que planeaba EmeA.
-Sabía que la línea sólo transportaba energía en caso de emergencia para el Aeropuerto, como dijimos, por lo que, generalmente estaba sin servicio.
-Conoció a un operario de la Eléctrica que rendía su trabajo en el turno correspondiente en la caseta que albergaba los interruptores que activaban el suministro energético y, por el propio Ingeniero-Jefe supo que la Compañía podía interponer un interdicto que supondría la inmediata paralización de los trabajos si lo ejecutado se aproximaba al radio de seguridad que contemplaban las normas de policía eléctrica y esto le dio la idea.
-Sólo faltaba mezclar adecuadamente los ingredientes para conseguir el deseado “cocktail”.
-Por la consulta privada con un Abogado amigo supo que, por el contrario, si conseguía sobrepasar con la construcción los límites del área de seguridad las posiciones de fuerza cambiarían de signo y esto lo animó a llevar a cabo un plan para resolver aquella situación, si quienes tenían que secundarlo aceptaban las condiciones.
-Se aproximaba un largo “puente” vacacional que estimó como el momento oportuno para ejecutarlo y cuando, sobre el “papel” vio que el plan funcionaría se lo trasladó a su Jefe quien le apostilló que aunque entendía que la Eléctrica se lo merecía, él personalmente no estaba dispuesto a asumir el riesgo aunque estaba dispuesto a “desconocer” el aparentemente disparatado proyecto, como lo calificó, si se realizaba durante aquellos días de inactividad laboral que él aprovecharía para visitar a su familia política en Alemania.
-EmeA consiguió, con la oferta de la “indemnización” correspondiente que percibiría cuando se concluyera el plan, que el operario de la Eléctrica fuera designado para prestar el servicio de guardia durante el “puente” en garantía de que ningún otro se ocuparía de los interruptores; consiguió que el equipo de encofradores y el resto de los obreros aceptaran con espíritu aventurero el audaz propósito como un auténtico desafío orientado también a “defender los puestos de trabajo” ya que, si se paralizaba la obra los despedirían a todos y, además, el esfuerzo llevaba una compensación paralela lógica pues percibirían el salario por hora empleada al triple del precio ordinario establecido.
-De ese modo, con una entrega casi febril, se prepararon los materiales, los encofrados y demás pertrechos necesarios de forma que, cuando llegó la “hora H” dieron comienzo a los trabajos y cuando JotaEmeAEme regresó de Alemania tras el largo “puente” habían ejecutado los pilares y la placa de la primera planta de pisos, mas los pilares y la placa del techo de éstos y los pilares de la siguiente de modo que, al finalizar los casi TRES MIL metros cuadrados de un tirón, sin descansar noche y día mas que lo estrictamente necesario para no desfallecer, la línea de Alta Tensión entraba por un extremo del edificio y salía por el otro, apoyada en las correspondientes “borriquetas” de madera que se habilitaron a tal fin.
-¡Todo un espectáculo!
-Para dar por rematada la faena, con la ayuda de la “pluma-grúa” que había servido para colocarlos, se retiraron los hierros de grueso calibre que por indicación del operario de la Compañía Eléctrica conectaban los cables del tendido antes de la torreta, en el sentido de llegada del fluido, provocando un cortocircuito que salvaría la inevitable electrocución de los hombres empleados en la obra moviéndose en un ambiente cargado de un alto grado de humedad, en el caso de que un imprevisto enviara energía sin tiempo para paliar sus consecuencias, aunque la rotura de los cables provocara una explosión de azarosos efectos en unas instalaciones y en unos huertos colindantes que no se produciría sin causar la alarma de la población y la intervención de la Guardia Civil acuartelada en un edificio cercano.
-Como compensación por el esfuerzo realizado, EmeA otorgó dos jornadas de asueto pagado al personal y cuando llegó a la obra el Ingeniero de la Compañía Eléctrica requerido telefónicamente con carácter urgente por el Gerente de YMSACE, no podía dar crédito a lo que veía rompiendo en descomunales gritos y aspavientos y, al desahogarse, varios minutos después, se ausentó poco menos de una hora regresando con un equipo que dio comienzo inmediato al desmontaje y soterramiento de la línea de A.T. por cuenta de la Empresa suministradora de energía pues la manifiesta negligencia que suponía haber permitido que se realizara la obra sin haberse percatado de ello, invertía la carga de responsabilidades e imposibilitaba trasladar la obligación económica a la Constructora.
-Para cuando, dos días después, se reiniciaron las obras que ya no sufrieron interrupción de ningún tipo, la Compañía Eléctrica también había terminado las suyas.
…y fuerzas poderosas te acompañarán.
* * *
X(3)
Toma consejo en el vino…
-El proceso de construcción de la estructura se desarrollaba al ritmo adecuado y antes de llegar a la planta última EmeA sugirió que, del mismo modo que se había hecho en la obra de BANSANESTE, se hicieran trasteros bajo cubierta para proporcionárselos a los compradores de las viviendas, idea que JotaEmeAEme recibió con notable agrado aceptando que se tomaran las medidas necesarias y las consiguientes modificaciones estructurales para alojarlos.
-Así, llegado el momento, se realizaron los trabajos jubilosamente acogidos por los destinatarios que generalmente manifestaron su satisfacción por la utilidad de los mismos y por el asequible precio al que los podían adquirir.
-La vertiginosa ascensión de EmeA alcanzó niveles tales que eran difícilmente imaginables sólo un par de años antes, hasta el punto de que, como tendremos ocasión de desarrollar más adelante, suscitó unos celos enfermizos en su propio Jefe porque, sin habérselo propuesto, YMSACE se identificaba popularmente con EmeA y a EmeA con YMSACE hasta tal punto que, en general, cuando los interesados se dirigían a la Empresa y en ausencia del Jefe de Obra les decían que los recibiría JotaEmeAEme desistían de sus propósitos manifestando que “volverían cuando estuviera”
-Fue el caso de la viuda de PICOZA que poseía un terreno próximo al recién adquirido a los “vinateros” y que trataba de ofrecérselo a la Promotora, en la confianza de llegar a un acuerdo que le permitiera adquirir por medio de una permuta, unos pisos a cambio del solar, y que se negó a plantear la negociación, en principio, a cualquiera que no fuera el propio EmeA quién, habitualmente, en compañía de algunos “notables” del lugar, solía tomar café en el Bar de la señora.
-En la siguiente ocasión en que EmeA fue al establecimiento de la interesada, iniciaron las negociaciones que culminaron felizmente para las partes, llegando al compromiso formal propuesto por el Jefe de Obra de adquirir el solar ofrecido al precio normal del mercado, pero para abonarlo con la parte proporcional de mano de obra que se empleara en la demolición y reconstrucción del viejo edificio de bajo y planta en el que se ubicaba el Bar y sobre el que se construyeron 20 viviendas y los correspondientes locales que alojaron una moderna y pujante Cafetería explotada más tarde por sus hijos (tres), que pasaron a residir en un piso cada uno, más el que se reservó la viuda, y el resto lo dedicaron al alquiler.
-JotaEmeAEme, como no podía ser de otro modo, aceptó las condiciones de la negociación que EmeA le había servido en “bandeja” como la cabeza de San Juan y, simultáneamente, tras los trámites adecuados, se dio comienzo a ambas promociones a la vez con la particularidad de que, la obra de contrata se desarrollaba con toda normalidad dentro de los planes previstos, la que se iniciaba en el solar adquirido a la viuda se vio repentinamente paralizada por el Ayuntamiento, que ya había otorgado el Permiso provisional para construir y a pesar de los esfuerzos del Aparejador Municipal para impedirlo.
-Una “denuncia” de un funcionario hizo que la Corporación decidiera revisar el expediente ordenando paralizar cautelarmente las obras dado que, sobre la finca original situada entre dos viejas edificaciones de piedra, se había establecido una servidumbre de paso de unos cuatro metros de ancho sobre cuya superficie, como era lógico, el Arquitecto no había proyectado construcción, de modo que cuando la obra hubiera concluido quedaría un espacio abierto entre edificaciones.
-Por esta razón YMSACE se veía obligada a negociar la compra de los derechos de vuelo sobre la servidumbre cuya finca dominante lindaba por la parte de atrás con la recién adquirida y cuyo propietario, en virtud del Plan de Urbanización vigente, perdería la parte proporcional de terreno sobre el que discurriría una calle con sus correspondientes aceras, etc., y que separaría las manzanas con lo que, al desaparecer las causas que la motivaron, el propietario se vería liberado de tal carga y recuperaría el pleno dominio sobre aquel espacio, pero no resultaba apropiado esperar ya que existía una gran demanda para adquirir pisos en aquella promoción y menos aún plantear en pleito para recuperar el derecho.
-Y porque dio la coincidencia de que aunque EmeA no lo conocía personalmente había oído hablar muchas veces a su suegro de aquel personaje que resultó beneficiario de la servidumbre de paso, recibió el encargo de su Jefe de negociar la adquisición de aquel derecho, gestión que partía de la dificultad inicial de dar con el interlocutor y que, cuando lo consiguiera, estuviera ebrio ya que su estado habitual, si no “natural” era la intoxicación etílica.
-¡Desconsolador!
-Pero el tesón y la audacia de EmeA en aquel tiempo no conocía límites. Advirtió a JotaEmeAEme del incierto plazo en que discurriría la tarea y, habiendo obtenido el placet condicionado a que la solución no necesitara emplear más tiempo que el que precisara el Estudio de Arquitectura para modificar el proyecto que al ampliarlo permitiría construir una vivienda más por planta, inició un paciente proceso de localización y seguimiento de AGe, conocido popularmente por CHOLU (aunque en su presencia nadie lo llamaba así) y cuando dio con él y lo estimó oportuno, después de varias “casuales” coincidencias situándose cerca y procurando hacerse notar consumiendo el vino de Rioja que habitualmente se hacía servir, pudo abordarlo iniciando una relación que fue ganando en confianza hasta que más de dos semanas después, se identificó y le dijo, como si se encontrara más “mareado” de lo que realmente estaba, y no supiera que se trataba de la misma persona, que necesitaba que él, que conocía a muchas personas en VILESA, le ayudara a encontrar a un sujeto que respondía a aquel apodo, “del que había oído que se trataba de un tipo informal y por ello poco fiable”.
-Después de la sorpresa que le produjo el planteamiento y cuando por el aplomo con que lo expresó EmeA descartó que se tratara de una broma de mal gusto o de una injustificada ofensa, le preguntó por las causas de su interés y cuando le dijo de qué se trataba se comprometió a colaborar en su “búsqueda” y a mediar acerca del sujeto al que dijo “conocer bien”, pero le pidió que le concediera un tiempo mínimo para localizarlo.
-Se interesó por los detalles que EmeA le proporcionó como si realmente no se tratara del interesado y así, transcurridas dos semanas más y cuando ya el Gerente de YMSACE empezaba a mostrar signos de desconfianza en el éxito de la gestión, máxime porque el Ayuntamiento, con la valiosísima intervención de EACe, había aprobado provisionalmente el nuevo Proyecto llevado a cabo por el Estudio de Arquitectura, recibió un mensaje de AGe para comer juntos y en aquella memorable comida le dijo “que la gestión había resultado positiva por lo que estaba en condiciones de garantizarle que el propietario de la servidumbre se la cedería a él, sin contraprestación económica” y una vez en su poder, que la negociara con la Constructora en las condiciones que le convinieran, y en el mismo momento le dejaba emplazado para comparecer a las 12 de la mañana del día siguiente en una determinada Notaría de VILESA, donde le “esperaría acompañado del cedente”.
-EmeA dijo agradecerle infinitamente la mediación pero que no podía aceptar dado que la amistad y la gratitud que le unía al Gerente de la Empresa se lo impedía y que, en todo caso, su interés en el asunto se concretaba a que, si con su mediación se resolvía la adquisición del derecho, tendría trabajo en la obra y si no, se quedaría parado hasta que se salvara el obstáculo para construir.
-Quedó tan impresionado AGe por aquella muestra de inusual honestidad que insistió en que, entonces, a la misma hora y en el mismo lugar compareciera acompañado de quien poseyera los Poderes necesarios en la Constructora para que el llamado CHOLU le cediera el derecho de vuelo de la servidumbre de paso en las mismas condiciones, es decir, gratuitamente, advirtiéndole que él, personalmente, “le haría saber que sin la mediación de su amigo EmeA, probablemente no hubiera conseguido adquirirlo”.
-Continuaron la sobremesa consumiendo vino de Rioja hasta bien avanzada hora y cuando le fue posible llamó por teléfono a JotaEmeAEme que se encontraba ya en su casa, para darle la noticia y con ella los detalles y, a la vez, recomendarle que bajo ningún concepto faltara a la cita señalada en la Oficina Pública a la hora establecida.
-Destacamos lo de “consumiendo vino”, porque AGe solía recordar que cuando tiempo atrás estuvo desplazado en Algeciras, donde junto con su hermano CHOMON, conocido industrial del pescado y de la congelación, habían establecido la base de su flotilla de barcos pesqueros, contactó con la familia Terry, propietaria de las famosas Bodegas del mismo nombre sitas en el Puerto de Santa María, uno de cuyos miembros le invitó a una opípara comida bien regada por los afamados vinos, mientras los caballos cartujanos deambulaban libremente por la estancia.
-Habiendo rebasado el momento de los postres, se dirigió a uno de los bodegueros y le dijo: “espero que estando donde estoy, me servirá usted un buen coñac”, a lo que contestó con la sorna que caracteriza al andaluz: “MIRE UTÉ, EN EZTA CAZA ER VINO LO JASEMO PA BEBÉ Y LA COÑÁ… PA VENDÉ.”
-Mientras se reunía de nuevo con su interlocutor, recordaba un episodio que le había contado un Promotor de la competencia a quien había conocido en el proceso de localización del CHOLU, y para el que resultaba el paradigma de la informalidad y de la amoralidad.
-Para localizarlo había transitado por un “calvario” parecido al que había recorrido EmeA y habían quedado citados para verse en el Café TOBUS de VILESA con el fin de puntualizar algunos detalles acerca de la negociación que seguía para comprarle una finca para construir un bloque de viviendas en LINASSA próxima a otra en la que ya estaba construyendo y CHOLU lo citó a las SIETE y CINCO en punto de modo que, a pesar de lo extraño o singular de la hora, y porque le habían advertido sobre las excentricidades de su interlocutor, antes de las siete de aquella lluviosa mañana estaba en el interior de su automóvil en el aparcamiento situado enfrente del establecimiento esperando la apertura del Café.
-De modo parecido a la estrofa de la canción de un famoso rapsoda, vio que daban las siete y las ocho y las nueve… y el establecimiento no abrió sus puertas al público hasta las diez, en cuyo momento entró decidido a esperarlo el tiempo que hiciera falta, a pesar de las muchas obligaciones que tenía, para afearle la informalidad y quién sabe si romper la negociación.
-Procedentes del reloj de un templo próximo sonaban las DOCE y, coincidiendo con las campanadas, hacía su entrada el borrachín y Eme, el Contratista, no se pudo resistir y se fue a su encuentro recriminándole el comportamiento mientras le recordaba que llevaba esperándole desde las SIETE y CINCO cuando CHOLU, interrumpiéndolo con un expresivo ademán le preguntó: y… ¿¡SIETE y CINCO …cuántas son!?.
-EmeA no le relató el episodio a JotaEmeAEme hasta después de la firma de la escritura de adquisición del derecho de vuelo de la servidumbre de paso, por temor a que, desconfiando, no acudiera a la cita o se retrasara y cuando sobre la hora convenida, minuto más o menos, entraban en la Oficina del Notario, …¡aleluya!, AGe, es decir, CHOLU, se encontraba allí disfrutando anticipadamente con la sorpresa que iba a darle a su amigo EmeA.
-Éste, desplegando sus más acendradas condiciones teatrales, al tiempo de encararse y saludar al personaje, movía la cabeza en todas direcciones mientras en voz baja le preguntaba a AGe que dónde estaba el CHOLU, provocando una risotada propia del ingenuo que en el fondo era, mientras que con un par de palmadas en la cara le decía: ¡inocente!, ¡que CHOLU es tu amigo AGe que está aquí para cumplir lo que te prometió!.
-Antes de las trece horas se había firmado la escritura de cesión del derecho de vuelo sobre la servidumbre de paso por la cantidad sugerida por el Notario de una peseta y AGe dijo que, en compensación, para celebrarlo, sólo quedaba comer (él prefería beber), haciéndolo acompañado de EmeA ya que JotaEmeAEme declinó la asistencia aduciendo que tenía un compromiso anterior en TUSTAVE que, dada la premura de la cita no había podido posponer pero que se reunirían para celebrarlo cuando se reanudaran las obras, al tiempo que le indicó a EmeA que no permitiera que AGe asumiera un sólo céntimo del gasto que supusiera el ágape y la “sobremesa” que concluyó, tratándose de quien se trataba, habiendo amanecido el día siguiente.
-Se celebró la comida meramente formal correspondiente a la “arrancada” de la obra y no la de la finalización y en el ínterin EmeA se vio obligado a ocultarse del borrachín que fue en su busca a la obra en innumerables ocasiones para continuar la “celebración” hasta que terminó desistiendo cuando le dijo que había concluido el contrato con YMSACE a la terminación de la obra y, como si de una premonición se tratara, que se iba a trabajar a Madrid.
…pero decide después con agua.
* * *
X(4)
La adversidad descubre al alma…
-Problemas surgidos en la zona del Plan de Urbanización en la que se ubicaban los solares adquiridos a los “vinateros”, fueron demorando la puesta en marcha del plan de construcción de entre 6 y 8 edificios, dependiendo de la solución final que adoptara el Ayuntamiento, en los que podían alojarse del orden de las 400 viviendas o alguna más, si permitieran alcanzar las alturas inicialmente previstas y que era una de las causas por las que se revisó el Plan.
-JotaEmeAEme, a la vista de que las obras en ejecución estaban tocando a su fin, y para no quedarse temporalmente parados, inició gestiones para la adquisición en TUSTAVE de unos terrenos adyacentes a la pequeña nave dedicada a la comercialización de materiales de construcción que su familia poseía en una zona de rápida expansión, con lo que se conseguiría el suelo necesario para la obtención de la Licencia para construir un edificio de 60 viviendas y los correspondientes locales comerciales, para lo que contaba, si hubiera prosperado la gestión, con la ayuda financiera del Banco “Be” de VILESA.
-Para su Director ABeEseBe, y por contrata en unas favorables condiciones económicas para él, YMSACE empezó la construcción de un chalet de alto ”standing” en una finca que aquél poseía en la costa y que aprovechando el perfil de los terrenos constaría de sótano, semisótano, planta baja, planta principal y planta bajo cubierta, completando los más de 600 metros cuadrados de superficie útil mas las terrazas, y cuyo singular proyecto a cargo del Arquitecto “oficial” de la firma presentaba una audaz figura que “colgaba” una buena parte del edificio sobre un acantilado de gran belleza.
-Cuando la obra ve finalizada la realización de la estructura que pronto fue calificada como “bunker”, su propietario fue destinado a la Oficina que la Entidad bancaria tenía en PARÍS y, el 3 de Mayo de 1974, fue secuestrado, al parecer, por un grupo denominado G.A.R.I. que lo abandonó en el conocido bosque “Vincennes” del sureste de París maniatado y con los ojos vendados con esparadrapo, tras haber recibido 3.000.000 de francos (50.000.000 de pesetas) que exigieron por su rescate, regresando a España con permiso para recuperarse del trauma, animado por la ilusión de ver terminada aquella magnífica construcción que aún consumiría el verano y prácticamente todo el otoño.
-Se había concluido felizmente y entregado la obra contratada con la viuda de PICOZA; se desarrollaban a buen ritmo los trabajos para ir concluyendo la del solar de la servidumbre de paso; se daban los últimos retoques al edificio GARDEN y cuando se empezó a citar a los compradores para substituir los contratos privados por las escrituras públicas de compraventa, se desencadenó un conflicto capitaneado por un cliente que movilizó al resto de los propietarios, argumentando que lo que habían pagado por los trasteros era “ilegal” y que tenían derecho a ser reintegrados por los desembolsos efectuados porque los trasteros construidos bajo cubierta “no aparecían en la Escritura de División Horizontal lo que significaba que, si la Empresa los había realizado en un espacio que era un elemento común, lo resultante tenía que ser común, es decir, de todos y, además, gratuitamente”.
-Efectivamente, JotaEmeAEme que pudo y debió hacerlo en su día, no modificó tal documento y puesto que de aquella “revolución” no dependía solamente que se perdiera el dinero obtenido por la venta de los trasteros, que no era poco, sino que, en ello, iba el prestigio de la firma que, como la virtud de las damas, es muy fácil perderla pero muy difícil recuperarla.
-Esta situación demandaba la urgente necesidad de resolver un conflicto que, en palabras del Gerente, “se le había ido de las manos” y para cuya solución, entre sus “contactos” no había nadie a quien pudiera recurrir, como terminó confesándole a EmeA, a quien estuvo ocultándole la marcha de la gestión mientras le decía que no interfiriera entre los compradores y él, como parte de aquellos estúpidos celos profesionales que iban enseñando cada vez con mayor nitidez su auténtica dimensión.
-EmeA había sido el “padre” de la idea de construir los trasteros bajo cubierta de la obra de BANSANESTE, de cuya legalización se ocupó JotaErre que contaba con las relaciones necesarias y adecuadas dentro del Ministerio de la Vivienda (que tenía que entender del asunto en ambos casos dado que los edificios se construían al amparo de la Ley de Viviendas Protegidas), por lo que, con el consentimiento de JotaEmeAEme recurrió a sus “buenos oficios” y éste se comprometió a resolverlo, contra la compensación económica correspondiente, del mismo modo que había resuelto el tema en la obra de su cuñado.
-Efectivamente, le presentó a JotaErre e inmediatamente se desplazaron a Madrid donde, en un tiempo “record”, vio resuelto y documentado el problema, trasladando a los compradores que aquel malentendido se había debido a una descoordinación entre la Delegación Provincial y el Ministerio de la Vivienda en Madrid por lo que, superado el conflicto, fueron aceptando la situación y firmando las escrituras sin más oposición.
-Habían transcurrido ya algo más de dos años desde que EmeA se incorporara a la plantilla de YMSACE y venía desarrollando plenamente sus responsabilidades en la jefatura de obra de la Empresa cuando recibió otra tentadora oferta, de menor envergadura, en principio, que la del funcionario municipal, que curiosamente partía de las referencias proporcionadas en su día por CHOLU que era quien había vendido al oferente las fincas que había adquirido con fines meramente especulativos pero, porque estimó que le resultaría más lucrativo, quiso ponerlas a disposición de la Promotora que pretendía fundar con EmeA pero éste, que a pesar del tiempo transcurrido conservaba la esperanza de que JotaEmeAEme cumpliera sus promesas de incluirlo en la Promotora de nueva creación que constituiría sobre la base de los terrenos adquiridos a los “vinateros”, se vio obligado a rechazar la proposición.
-Abundaba en la decisión su concepto de la lealtad que no le permitía despedirse de YMSACE cuando hacía poco tiempo que acababa de hacerse cargo de las obras de construcción del chalet del “banquero”, aunque lo suficiente para que la estructura de hormigón armado estuviera prácticamente concluida, y cuando el dueño que como hemos señalado había sido destinado a la Oficina que el Banco tenía abierta en PARÍS había manifestado su confianza en su profesionalidad, sintiendo, además, como sentía, aquella ilusionada necesidad de verla completamente realizada por él.
-Solucionados los problemas del Plan de Urbanización; con los proyectos de los diferentes edificios a construir en trámite de obtención de las correspondientes Licencias municipales; cuando el chalet de ABeEseBe está prácticamente concluido, con un imponente aspecto, pendiente de la visita de su dueño para decidir sobre los temas relacionados con el cerramiento exterior y la pavimentación de los viales de acceso, y a las puertas del invierno que en aquellas latitudes suponía normalmente una paralización de los trabajos en el exterior de las obras, EmeA conoce por EACe que las Licencias para construir en las terrenos de los “vinateros” están solicitados a nombre de la propietaria de los terrenos que es YMSACE, lo que venía a suponer que el proyecto de constituir la nueva firma Promotora en la que debería participar EmeA, se había esfumado como por encanto, sin que JotaEmeAEme le hubiera dado la más mínima explicación.
-Por aquello de que “al perro flaco todo se le vuelven pulgas”, al lógico disgusto hubo que añadir que, cuando le comunicó a su amigo-Jefe que sabía lo de las Licencias de obra, éste le contestó que lo había pensado mejor y que, además, cuando se iniciara el plan de los nuevos edificios su cargo y, en consecuencia los ingresos y demás emolumentos, se concretarían a los que se derivaran de la jefatura de obra de aquel al que fuera destinado del mismo modo que, para cada uno de los demás contrataría sendos Aparejadores ya que concluidas las obras que tenía entre manos, la jefatura de obra de YMSACE la asumiría él personalmente.
…luces que la prosperidad no llega a descubrir.
* * *
X(5)
Las desgracias…
-La inmerecida fidelidad demostrada por EmeA le había hecho perder, al menos, el “tren especial” de la sociedad con el “funcionario”, el “importante tren” del amigo y cliente de CHOLU, y otro que hubiera asegurado su futuro y desde el que hubiera podido proyectarse sin límites, que había sido ofertado por su agradecido amigo el Aparejador Municipal cuando aún no llevaba un año en YMSACE.
-EACe se presentó un buen día en la oficina de obra del edificio GARDEN con un juego de impresos para que, únicamente, EmeA los firmara solicitando examen para aspirar a cubrir la plaza de Capataz Municipal con un sueldo más que aceptable y otros emolumentos tales como coche oficial para desempeñar el trabajo y casa con los gastos de agua, electricidad y gas por cuenta del Ayuntamiento, argumentando anticipadamente que, aunque en principio eran inferiores a los ofrecidos por YMSACE, a la larga podían llegar a ser más interesantes si se tenía en cuenta la seguridad que suponía ingresar en la plantilla de funcionarios municipales que, de otro lado, estaba garantizado, ya que las pruebas teóricas y prácticas de capacitación se rendían ante el Aparejador Municipal que era él.
-Y con aquel mal sabor de boca que produce la desilusión y el desencanto que vienen de quien se espera todo lo contrario, máxime si tenemos en cuenta la entrega y la eficacia intachable en el trabajo que sin límites realizaba EmeA, decidió que se subiría al primer tren que pasara a su vera ya que, si en aquel tiempo no había aceptado ninguna oferta que le separara de aquella Empresa (que aunque no pueda decirse que era “hija natural” suya, al menos lo era “putativa” pues antes de que él se incorporara a la plantilla, la ÚNICA obra que había realizado EN CUALQUIER LUGAR LEJANO O PRÓXIMO, fue la promoción de LINASSA vendida en Alemania), no permitiría que volviera a suceder.
-El invierno era un hecho incontrovertible a pesar de que no lo reflejara el calendario, lo que venía a demorar el comienzo de las obras de los solares de los “vinateros” cuando, bajo una lluvia torrencial de un oscuro mediodía se dirigía al trabajo en su automóvil por una ruta poco frecuentada porque exigía dar un rodeo pero que favorecía la visión a una distancia prudencial y durante un largo trecho, del chalet de ABeEseBe lo que suponía un deleite para la vista y un estímulo para el orgullo y la vanidad profesional.
-A pesar de aquella cortina de agua y desde una determinada perspectiva apreció que el soberbio edificio aparentaba haber perdido la verticalidad lo que le produjo una perplejidad y un sobresalto que le obligó a dar la vuelta en plena carretera y retroceder más de medio kilómetro para tomar el camino casi intransitable que llevaba a la finca y cuando llegó sorteando baches que amenazaban con tragarse el automóvil que circulaba con la máxima velocidad de los limpiaparabrisas, pudo comprobar que el chalet se había desplazado hacia el acantilado casi un metro y presentaba un desnivel que, medido más tarde, rondaba los QUINCE centímetros en la parte más sobresaliente del alero, si bien no presentaba grieta alguna ni se había descompuesto una sola pieza del tejado.
-Con el juego de llaves que portaba accedió temerariamente al interior por la puerta principal; recorrió la edificación desde el sótano hasta el desván comprobando que ni suelos, paredes y techos presentaban daño alguno si bien, la instalación eléctrica y la acometida de agua habían resultado afectadas por el desplazamiento, así como la conexión del saneamiento mientras que, tanto ventanas como puertas funcionaban correctamente aunque estas últimas tenían tendencia a desplazarse por efecto de la inclinación.
-Con el corazón latiendo a ritmos escalofriantes, desde un teléfono de un Bar situado a unos dos kilómetros, se comunicó con JotaEmeAEme quien, al recibir aquella tremenda noticia, tardó menos de una hora en aparecer allí donde le pidió que le esperara EmeA al que recomendó que no hablara absolutamente con nadie del asunto hasta que llegara para comprobar aquello que le costaba creer y para adoptar las medidas que convinieran al caso.
-Retornó EmeA y mientras esperaba la llegada de JotaEmeAEme, recordaba que dos semanas antes, cuando empezaba a llover con la intensidad con que lo estaba haciendo aquella tarde, había ido expresamente al chalet para comprobar que los sumideros de patios, patinillos y terrazas, y los canalones, imbornales, etc., evacuaban el agua adecuadamente, comprobando que techos, claraboyas, chimeneas y buhardillones no presentaban goteras y/o humedades, y ello por la responsabilidad coherente con su línea de comportamiento habitual.
-JotaEmeAEme salió de aquel automóvil tan enlodado como el de EmeA y con una cerúlea palidez que denunciaba el estado de ansiedad en el que se encontraba y sin dar crédito a lo que veía a través de aquella lluvia pertinaz, accedió al porche angustiado pues cuanto acontecía allí no respondía a ninguna ley de mecánica del suelo conocida, ni podía entender que el conjunto se inclinara cual torre de Pisa, sin producir siquiera la rotura de los cristales de puertas y ventanas, comprobando absorto cuando accedió al interior, que unos elementos arquitectónicos tan sensibles como son los paramentos verticales alicatados, no presentaran la más mínima insinuación de grietas.
-Ambos hicieron mil cábalas acerca de las causas que hubieran originado aquella situación sin llegar a conclusión lógica alguna y, más serenos paro igualmente atónitos y contrariados, se desplazaron en el automóvil de JotaEmeAEme al Estudio Técnico del Arquitecto en VILESA, distante unos diez kilómetros, con el que regresaron al lugar cuando la tarde, por tantos motivos tenebrosa, decaía mientras continuaba lloviendo con la misma intensidad en medio de aquella intensa tormenta animada por un gran aparato eléctrico.
-El Arquitecto tampoco salía de su asombro ni podía imaginar las causas que desencadenaron aquel fenómeno que amenazaba las más de tres mil toneladas que pesaba el conjunto como reclamado por un embravecido mar que unos sesenta metros más abajo batía inmisericorde sus aguas contra el litoral acantilado y, porque se echaba materialmente la noche encima y el desplazamiento del chalet había roto la acometida eléctrica dejando el recinto sin luz, abandonaron el lugar emplazándose todos para las primeras horas de la mañana siguiente en que volverían, esta vez acompañados de un profesional geólogo, habitual colaborador del Estudio Técnico, para intentar descifrar las causas que habían originado tal desaguisado, con la dudosa esperanza de si, al volver, continuaría aún allí la edificación.
-Y, ciertamente, el chalet continuaba allí pero, al tiempo que evidenciaba una más acusada inclinación, o al menos así lo apreciaron todos, se había desplazado unos centímetros más pues, a modo de testigo y antes de marcharse, EmeA había encajado un puntal metálico de obra de unos tres metros de longitud entre la pared del edificio y una estaquilla clavada en la parte sólida del terreno que, al aflojarse, evidenciaba el desplazamiento por lo que, mientras los Técnicos debatían acerca de lo acontecido y sus orígenes, dispusieron que, sin pérdida de tiempo, una máquina apropiada clavara unos pilotes en la parte fiable del terreno para fijar los extremos de un recio cable que rodeando el edificio impidiera que continuara el desplazamiento, salvo que el corrimiento de tierras fuera tan violento que rompiera el cable o arrebatara los pilotes y se los llevara consigo, cosa que en aquel momento nadie se atrevía a asegurar que no ocurriera.
-La solida y bien ejecutada edificación se desarrollaba a partir de una estructura de hormigón armado que entrelazaba las zapatas y vigas de la cimentación con los pilares, las vigas y las placas de los forjados de las plantas consiguiendo un conjunto homogéneo a prueba de sismos, que hizo que la construcción basculara por efecto del deslizamiento de tierras pero de manera uniforme como si de un gigantesco cubo compacto se tratara sin producir, como quedó expresado, daño estructural alguno.
-La decisión de realizar aquella obra de ingeniería impropia de un edificio de su clase, se debió a que, cuando se procedió al vaciado del terreno para su ubicación, en los primeros días de la primavera anterior, el suelo resultante, que era un conjunto de arcilla y roca pizarrosa, calculado a partir de las mediciones efectuadas con el penetrómetro, ofrecía una escasa resistencia, por lo que, la Dirección Técnica ordenó compactar el terreno para alcanzar unos “ratios” próximos a los cuatro kilogramos por centímetro cuadrado, de forma tal que, en condiciones normales hubiera sido suficiente para construir un edificio de más de diez plantas con plena garantía de estabilidad, sin perjuicio de que, a la vista de lo acontecido, se pudiera asegurar que fuera la solución más adecuada para aquel caso.
-Toda aquella parte de la costa alta perteneciente al período geológico denominado pleistoceno está compuesta por una serie de tablas inclinadas de piedra mollar cuyos intersticios ocupan grandes bolsas de arcilla y, tras las pertinentes averiguaciones se pudo comprobar que el proceso de compactación del terreno que absorbió prácticamente las tierras desalojadas de la excavación, había cegado unas galerías situadas 20 metros por debajo, por las que drenaba toda la meseta en la que se hallaba enclavada la edificación.
-Databan de la época en que los romanos explotaban sendos yacimientos auríferos y de otros minerales preciados y que, para transportarlos hasta las barcazas que con buen tiempo arribaban a la costa, practicaron las correspondientes galerías con salida en el acantilado que, al resultar taponadas provocaron que la presión de las aguas acumuladas desatascara violentamente las obstrucciones, vertiéndolas al mar que para quien supiera interpretarlo, denunciaba lo ocurrido con una mancha de lodo de varias hectáreas de extensión.
-Mientras los Técnicos elaboraban el correspondiente informe para el que contaron con la preciosa colaboración de los profesionales de la R.C.A.M. que ostentaba los derechos derivados de la denuncia minera de la zona y que conocían con precisión cada palmo del terreno, EmeA volvió a las actividades normales donde se vio obligado a actuar en muchos casos como “apagafuegos” contra los insidiosos rumores que señalaban a YMSACE como culpable de las causas del descalabro del chalet que, a pesar de la valla metálica que se construyó en los límites de la extensa parcela, recibía notables cantidades de curiosos, parte de los cuáles eran compradores de pisos realizados por la Promotora, de los que estaban en construcción o en proyecto, y que manifestaban sus dudas acerca de la competencia de la firma y de la garantía que les ofrecía.
-Cuando JotaEmeAEme se presentó en la oficina acompañado de un joven Aparejador que había sido contratado para hacerse cargo de la jefatura de obra de uno de los edificios que se iban a construir, con la intención de presentárselo a EmeA y para que éste lo pusiera al día en los asuntos por los que se interesara el neófito y lo ayudara en la confección del “planing” para la promoción a la que estaba destinado “al tiempo que confeccionaba el del edificio que le adjudicaran a él”, vino a colmar el “vaso de la paciencia” y esa misma tarde, cuando ya habían terminado la jornada de trabajo todos los empleados, recogió sus pertenencias personales llevándoselas a su casa .
-Decidió con carácter irreversible finalizar las relaciones laborales y amistosas con JotaEmeAEme, máxime cuando por su amigo el Aparejador Municipal EACe, que intentó mediar para evitar el desenlace, supo que por todo argumento el Gerente manifestó que no podía consentir que EmeA “ganara más que él”.
-Dejó transcurrir los tres días que faltaban para aquél en que, a finales de cada mes, se pagaba a los empleados y se presentó a cobrar las cantidades pendientes que le fueron abonadas con excepción de la certificación correspondiente al mes en curso que estaba por concluir y la parte proporcional del 15 % sobre los beneficios finales de obra, alcanzando hasta ahí la mezquindad con que finalizaba un período de entrega y eficacia que resulta dudoso que haya tenido ocasión de disfrutar JotaEmeAEme por parte de los empleados presentes o los que llegaran en el futuro.
-Meses más tarde, como pudo saber EmeA, el imponente chalet sería demolido sin que jamás fuera reconstruido.
* * *
-El primer día de “asueto” se desplazó casualmente a VIAPRA acompañando a un amigo y, en una Cafetería que había frecuentado durante años, se encontró con JotaErre que se extrañó de su presencia en horas laborales y cuando le contó a grandes rasgos lo sucedido con JotaEmeAEme le propuso que, a últimos de mes, se fuera a MADRID para colaborar con él “en un asunto” por cuya cooperación le ofreció 250.000 pesetas mensuales.
-No podía siquiera imaginar que aquella década que estaba a punto de comenzar se caracterizaría por su alejamiento definitivo del verdadero “oficio más viejo del mundo”, la construcción, que surge impulsado por la Naturaleza que, al no disponer de oquedades para todos, fuerza al “zoon politikon” (como lo denominaría Aristóteles), a construirse imparablemente estancias en espacios próximos diferenciados, dando lugar al nacimiento y evolución de las ciudades y similares tal como llegan a nuestros días, y que era el único mundo laboral que había conocido hasta entonces.
-Aceptó inmediatamente el ofrecimiento por tres razones fundamentales: por lo que de tentador tenía, por la curiosidad que le despertaba y porque contaba con algunos ahorros que le permitirían, en todo caso, sustituir por un cierto período sabático las vacaciones que no disfrutó desde su ingreso en YMSACE y, a la vez, le permitiría prospectar en otros escenarios y en otras actividades inéditas para él.
…nunca vienen solas.
* * *
XI
No es oro todo…
-Esta tercera década en la vida adulta de EmeA que en realidad comienza en los prolegómenos del invierno de 1974, supondría unos cambios impensables, aunque para algunos fueran previsibles, sobremanera en lo que se refiere a España, que comienza un camino irreversible, esperamos, con el fallecimiento del Dictador y que cambiaría totalmente el panorama socio-político colocando a los “jotaerres” en una dramática situación de orfandad relacional que, como no podía ser de otro modo, influiría concluyentemente en las decisiones que iba a tomar desde entonces.
-SECHUJO, un ex-pelotari (cuñado de EEse, el fundador y propietario de un periódico de la época dedicado exclusivamente a la “crónica negra” –SOELCA-) y un cuñado suyo, sobrino del multimillonario ZAROLA DIANOGAL, explotaban en OBILBA una chatarrería que, entre otras cosas, proporcionaba materia prima para un “pequeño Alto Horno” que poseían en FALLATA y que consumía unas mil toneladas mensuales de un producto siderúrgico denominado “M-16” que, porque no alcanzaba el volumen mínimo exigido por DESAENSI para otorgarles la clasificación de clientes, se veían obligados a adquirirlo en el mercado nacional o internacional o precios onerosos que colocaban en riesgo de cierre aquella industria por falta de rentabilidad.
-Acudieron en busca de la influencia que no conseguían obtener entonces de otro modo para poder adquirir el lingote a precios de cliente “preferente” (el hierro a la sazón se comercializaba en “dumping” lo que suponía que, la siderúrgica, aproximadamente, se lo proporcionaba a sus clientes al 60 % de su precio de mercado), al despacho profesional de DIELABA que ostentaba la Presidencia de la Comisión de Industria de las Cortes Españolas, y en cuya biografía destaca el hecho de haber sido el Gobernador Civil más joven del franquismo.
-Guiados por la indicación o el consejo de AEfe-Jota, un Abogado del Bufete que resultaría más tarde agraciado por la “sugerencia”, contactaron con JotaErre “porque, era el único de su entorno que tenía la capacidad para asegurarles el éxito de la gestión” dado que contaba con relaciones amistosas y políticas de alto nivel en el Emporio Siderúrgico fabricante y comercializador del producto.
-La gestión acerca de DESAENSI supuso que, inmediatamente, empezaron a disponer del producto metálico de primera calidad a precio de “segunda” porque salía de la Fábrica como material defectuoso que se iba “separando” paulatinamente a lo largo del mes y se transportaba en vagones del ferrocarril hasta su destino en VARRANA una vez abonado su importe en la cuenta de la Entidad proveedora y cuando Contabilidad daba el “O.K.”.
-La Suministradora autorizaba la carga una vez que los interesados internos percibían en efectivo, las 500.000 pesetas mensuales que, en concepto de “comisión” les correspondían del millón que abonaban los “cosvas” (una peseta en Kilogramo), mientras que JotaErre se “desprendía” de la mitad de su parte (250.000) entregándosela a EmeA que, como había comprometido, se desplazaba de MADRID a OBILBA y a VILESA en el “trasiego” de los documentos (incluyendo los cheques), para la circulación del producto, una vez al mes.
-En la primavera del año 1975, LUÑAVIZCA, la firma de FALLATA, transformadora del hierro, en virtud de las relaciones nacidas de aquellos contactos consiguió la clasificación comercial a la que aspiraba y, tras cinco meses de “mieles” llegaron las “hieles” acabando con aquella “bicoca” para EmeA que le obligaba a replantearse la posibilidad de regresar a TURIASAS para continuar la actividad en la construcción como contratista, promotor o colaborador.
-La primera de las opciones, sin embargo, contaba con un factor que le restaba probabilidades y no era otra que haber ingerido el “veneno” de unos ingresos generosos y saneados experimentados ya en la obra de BANSANESTE y la comodidad que, sin restar un ápice de responsabilidad suponía el hecho de no tener que preocuparse por la financiación, las cargas fiscales, las cuestiones relacionadas con la Seguridad Social, etc.
-Por eso, la más atractiva no era tampoco la intermedia sino la última de las consideradas con la que había alcanzado las mayores cotas de satisfacción en todos los órdenes y con la que vio cumplida largamente la premisa aconsejada por su progenitor que sostenía que para no “amojamarse” en la placidez de un sueldo, por bueno que éste fuera, había que aventurarse con la incógnita de las ganancias en cualquier actividad cuyo resultado dependiera del talento y del tesón que se empleara.
-No pudo aceptar siquiera el estudio de una promoción de viviendas propuesta por un conocido de JotaErre (por la oposición de éste), que disponía de un solar edificable en el barrio de Vallecas, cuando aún ingresaba los dineros del hierro y ya nada pudo hacer para rescatar la oferta cuando LUÑAVIZCA consiguió la clasificación de cliente prescindiendo de JotaErre y, en consecuencia, de él que, aunque repetía casi constantemente que no sabía hacer otra cosa, no volvería a relacionarse con los ladrillos, como avanzamos en un parágrafo precedente.
-En aquellos meses en los que ganaban el dinero sin hacer nada, como si la situación no tuviera fin, hubo de aceptar la negativa de JotaErre a participar en algunos otros negocios planteados por personajes relacionados con él y así no invertían un solo minuto pensando en algo sólido para cuando se terminara el momio del hiero que, como se decía en el ambiente de los comerciantes del metal, su mercado se comportaba de un modo pendular imprevisible (para los de “abajo”), por lo que, lo prudente sería compaginar la actividad con otra u otras más sólidas y seguras.
-Arrastrado por JotaErre y sus relaciones, durante aquel período asistió a diversas tertulias madrileñas de las que su “mentor” formaba parte desde hacía mucho tiempo y que, en aquella primavera, debatían con carácter casi monotemático sobre el destino de España cuando faltara el Caudillo, a pesar de la reticencia casi general a aceptar la humanidad del Dictador y que, al fallecer el 20 de Noviembre de ese mismo año, fueron disolviéndose las habituales reuniones y desapareciendo sus miembros (al menos los más destacados), como borrados por un fuerte vendaval.
-En las mañanas de unos determinados días de la semana asistían a una tertulia de una cafetería de nombre exótico en la calle Génova y otra que se reunía en la cafetería PORTOSIN de la calle de Serrano a la que concurrían diversos Generales en la Reserva y alguno en Activo, y después de la siesta “reparadora” frecuentaban otras que se daban cita en el “Café Gijón” y/o en el “Café Comercial” de la Glorieta de Bilbao, en las que no podía faltar el café, la copa y el puro que consumían casi todos los contertulios, en las que dejaban transcurrir el tiempo para, al caer la tarde y como preparación para la de todo menos frugal cena, acudir indefectiblemente al “Bar Chicote” o al domicilio de algún “camarada” para continuar “arreglando el País”.
-En aquel tiempo JotaErre le fue presentando a EmeA personajes o personajillos de su cuerda tales como el Padre Venancio Marcos, Mariano Sánchez-Covisa, Blas Piñar, Girón, Agustín del Río Cisneros, Nemesio Fernández Cuesta, Ramón Rodríguez Arribas, José Ibeas, Felipe Arche Hermosa, Mauricio Carlavilla, Vicente Gil (a Federico ya lo conocía), a los Ministros señalados con el asterisco (a la mayoría de los ex-Ministros ya se los había presentado con anterioridad) y un largo etcétera de civiles y militares de diversa graduación, con los que se encontraba casual o expresamente y que al contrario que a JotaErre no le sirvieron de nada, bien porque no le ofrecieron ningún tipo de ayuda o porque no la demandó.
-Para el histórico 20 de Noviembre de 1975 vivían de los recursos aportados por EmeA ya que JotaErre había dilapidado los suyos propios y las cantidades que en calidad de préstamo había recibido del primero que tenía que asumir, incluso, la renta del piso de la calle de los Reyes Magos en el Barrio del Niño Jesús en el que residían y que había sido arrendado como oficina de gestión del hierro y para alojar a los “cosvas” cuando se desplazaban a MADRID.
-EmeA que se oponía a mantener el “agujero” que suponía la renta de aquel piso y el servicio para mantenerlo, percibía que se agotaban los recursos económicos y que no aparecía una nueva fuente que los sustituyeran, viéndose obligado a plantearle a JotaErre que si en un breve plazo no ponían en marcha una actividad rentable, retornaría a TURIASAS para salir de aquel estado ruinoso en el que se encontraban pero que parecía el estado natural de este último que no se inmutaba lo más mínimo por la situación.
-Una mañana JotaErre le pidió que le llevara en su automóvil para entrevistarse con JotaEmeAEme en la “Cervecería Baviera” de la calle de Alcalá donde se habían citado para que se ocupara de resolver determinado problema relacionado con una promoción de viviendas en LINASSA y, aunque aceptó llevarlo, se negó a saludar a su antiguo jefe y ex- amigo quien, al saber que su otrora Jefe de Obra residía en MADRID y se relacionaba con JotaErre, le pidió que le trasladara que necesitaba comunicarse con él para proponerle que volviera a trabajar en YMSACE ofreciéndole un millón de pesetas de sueldo fijo más la comisión sobre certificación y la participación final en los beneficios de la Empresa, pero el concepto del honor y de la dignidad le impidieron aceptar y ya nunca más tuvo contacto alguno con el oferente.
-Llegando ya a situaciones extremas, estaba dispuesto, no obstante, a regresar de inmediato a TURIASAS con el ánimo de volver a reinsertarse en la actividad que conocía, lo que supuso como un cierto acicate que movió a JotaErre a entrevistarse con su amigo el ex- Gobernador Civil de ENJA y TEALICAN, EfeAHache, quien aceptó contratar a EmeA con un sueldo de 35.000 pesetas mensuales más 5.000 pesetas para gastos de desplazamiento, y dieciséis mensualidades anuales de ese tenor, debiendo “desempeñar” el cargo de Inspector de una Distribuidora de NOBUTA de la que era copropietario y Director Gerente, con dos condiciones ineludibles: ¡debería abrir una cuenta en determinada sucursal del Banco de TANDERSAN en la que le ingresarían las cantidades, y no podría aparecer por la Empresa!.
-Ante tan singular oferta aceptó, entre estupefacción y curiosidad, pero confiando en que sirviera para demorar el regreso en la esperanza de encontrar su destino en aquel deslumbrante y sorprendente MADRID.
-Esa cantidad que suponía el doble de lo que ganaba un administrativo, pero que representaba la octava parte de lo que ingresara con el hierro y un tercio de lo que percibía en YMSACE antes de despedirse, sirvió únicamente para que el horizonte de la vuelta a la construcción se alejara cada vez más llegando a un punto sin retorno.
-Para cumplir la segunda de las condiciones impuestas, a través de JotaErre entregó la cartilla de la Seguridad Social, una fotocopia del DNI y el número de cuenta del Banco de TANDERSAN y al finalizar el mes en curso comenzó a percibir con regularidad y puntualidad germánica las cantidades ofrecidas, y en tal situación transcurrieron varios meses durante los cuales hubo de acomodar sus hábitos a la nueva situación económica, instalándose en un Hostal del centro de la Capital como coartada para alejarse en lo posible de la rapiña de su “benefactor”, justificando sus ausencias, cuando lo veía, con el pretexto, en muchas ocasiones real, de buscar algo más seguro por si fallaba lo de la Distribuidora.
…lo que reluce.
* * *
XII
Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…
-Aquella aparentemente despreocupada y cómoda situación en una España que destruía empleo en proporciones de vértigo, mientras se cerraban MIL Empresas diarias, no conseguía dejar indiferente a EmeA, por lo que comenzó un discreto acercamiento a la Distribuidora que le permitió conocer que, con sigilosos movimientos orientados en tal dirección, se hallaba en trance de ser absorbida por otra que realizaba su actividad en un sector fronterizo.
-Este descubrimiento despertó en él la lógica inquietud ya que, posiblemente con buen criterio, suponía que cuando se produjera la absorción sería el primero o de los primeros despedidos ya que en su Empresa no era conocido físicamente, al igual que algunos otros, como pudo saber más tarde, y su cargo tampoco era una garantía de permanencia porque era una mera ficción.
-Por SAELI, la secretaria de la Distribuidora, prima carnal de la esposa del principal accionista y que con el tiempo lo llevaría a los Tribunales sin mostrar el más mínimo desaliento por su condición de Magistrado, pudo conocer aquellos aspectos del desarrollo de la actividad totalmente ignotos entonces para él.
-Se presentó en la oficina coincidiendo con el momento en que el Director-Gerente EfeAHache la abandonaba habitualmente, para no coincidir con él, dándose a conocer físicamente ya que sus datos personales aparecían en la nómina que de memoria conocía perfectamente la eficiente secretaria, junto con el resto de los empleados auténticos y de otros seis más que realizaban la labor de “gorilas” del ex-Gobernador que veía enemigos mortales por todas partes, quién sabe si con razón, hasta el punto de que, aquellos “empleados fantasma” cubrían todos sus movimientos haciéndose acompañar constantemente mientras que otros protegían la llegada a la oficina, a su domicilio o a cualquier otro destino al que se dirigiera, al que se desplazaba anticipadamente alguno para asegurar su integridad o, al menos, su tranquilidad.
-Fue ganándose su confianza y su amistad hasta el punto de que, por su intercesión, unos meses después, conoció al encargado de otra Distribuidora de nombre Pedro Carrasco (como el famoso boxeador, y más entonces), que le facilitó datos preciosos, confirmados más tarde, tales como que el sector estaba compuesto por 13 empresas que suministraban el gas a MADRID y su área metropolitana sometidas a las normas impuestas por “NOBUTA Central” y que cualquier traspaso, venta, fusión, etc., requeriría su consentimiento dado que las Distribuidoras actuaban en su demarcación concreta al amparo de un “contrato de comisión” inserto en el de la correspondiente concesión administrativa.
-Un determinado incumplimiento de las rígidas condiciones podía suponer la cancelación unilateral del contrato y la recuperación de tal concesión para adjudicársela a otra en las mismas condiciones en un documento por el que la “Central” se “reservaba el derecho a sustituir a cualquier colaboradora por otra existente o de nueva creación”, manteniendo, disminuyendo o ampliando el número de las actuales a la sazón, de modo que, para evitar maniobras que pudieran perjudicar la omnipotencia impuesta, prohibía que el capital social de unas pudiera participar en el capital social de otras hasta límites en los que se pudiera interpretar que se tratara de una oculta maniobra de absorción sin la requerida autorización.
-Con los datos que le proporcionó SAELI que, como él, pensaba que si la Empresa caía en manos de la Distribuidora vecina DIBSACO que era, al parecer, la mejor posicionada en la carrera por la absorción de EDIBUCRA, también peligraba su empleo o, al menos su función en la misma, confeccionó un estudio de viabilidad que, acompañado de la correspondiente oferta pretendía presentar a la consideración del accionista mayoritario ErreErreA, aunque ello supusiera, en cierto modo, una demostración de infidelidad y una falta de agradecimiento hacia el Director-Gerente que le estaba “manteniendo” hasta entonces.
-Tras la primera proposición verbal propiciada por la Secretaria, le manifestó que si los números y los avales le ofrecían la confianza necesaria, reuniría al resto de los socios y, ejerciendo su influencia legal y moral, propondría y aceptaría que la firma estableciese con él un contrato de explotación que le permitiera traspasar las responsabilidades de la Distribuidora como si se tratara de un arrendamiento que, porque estaba prohibido por NOBUTA, habría que enmascarar con el pacto escrito que conviniera y de cuya redacción se encargaría él personalmente.
-Las acciones de la Sociedad se hallaban distribuidas entre el Magistrado que poseía el 52 %; el propietario de la Comercial de Electrodomésticos E.C.R.A., EleEmeJotaEle, el 3 %, y el resto se repartía entre los herederos de EmeHacheEle, (25 %), y el ex-Gobernador (20 %) que, además, cobraba 300.000 pesetas de sueldo mensual por la calamitosa función gerencial que desempeñaba.
-Las del Magistrado procedían por herencia de su padre, un Coronel de la Guardia Civil, ErreErreEfe, que por un enquistado enfrentamiento con CeAUve (Don Muloca), no llegó a alcanzar el fajín de General; las del ex-Gobernador por compra; las del comerciante como resto de la Concesionaria original y para cumplir las condiciones de NOBUTA que en su día autorizó el “desgajamiento” de la principal, y las de EmeHacheEle como aportación gratuita y proporcional de los tres primeros que lo nombraron Director-Gerente, cargo que ostentó hasta su fallecimiento el 4 de Febrero de 1970, y que desempeñó con el sueldo que le fue asignado y que le permitió subsistir al ser amnistiado por Franco quien, a la vez, le autorizó a fijar su residencia en la Península.
-Los socios que en un principio impulsaron la creación de EDIBUCRA sin un ápice de interés económico más allá del fin para el que fue creada la Empresa, estaban acostumbrados a no ingresar una sola peseta y, en varias ocasiones a aportarla por lo que, cuando de la Dirección se hizo cargo el ex-Gobernador supo aprovechar, en su propio beneficio, lo que ya era una costumbre.
-Hasta que EmeA se hiciera cargo de la explotación, como dejamos dicho, no habían percibido ingreso alguno pues, a los limitados márgenes comerciales de un negocio que distribuía en su sector algo así como 1.200.000 botellas de gas al año, se unía una plantilla inflada con los sueldos de los “gorilas” del Director, sin que los demás socios pudieran siquiera imaginarlo, incrementada con el sueldo y los “gastos” que percibía regularmente EmeA, aunque en aquellas condiciones, este hecho, en medio de aquel disloque, venía a suponer “el chocolate del loro”.
-Las Distribuidoras estaban obligadas por contrato a mantener una infraestructura laboral y material mínima en función del número de usuarios adjudicados por lo que, los beneficios, en cualquier caso, eran más que previsibles dado que, del mismo modo que cualquier empresa comercial o industrial tiene generalmente sus límites en la capacidad de expansión y crecimiento y en la audacia e intrepidez de sus impulsores, en aquéllas no era posible ya que al ejercer la actividad en un espacio urbano tasado entre dos Distribuidoras, los beneficios o las pérdidas que experimentasen administrando adecuadamente los recursos, dependían únicamente de los niveles de la comisión que sobre el precio final les reservaba la Concedente nacional.
-El estudio que confeccionó EmeA y que a través del Magistrado sometió a la consideración de EDIBUCRA, no contenía genialidades ni proponía milagros.
-Se circunscribía racionalmente a conciliar los costes que derivaban de aplicar los mínimos exigidos por la Central, con los márgenes comerciales establecidos lo que, en principio, vino a suponer una clamorosa denuncia explícita del comportamiento del Director-Gerente que, aprovechando la “temporalidad” del negocio se dedicaba, con la colaboración de un marchante de arte amigo, a invertir, en su exclusivo beneficio, en objetos de valor de diversa clase y especialmente en pintura, que revendían oportunamente, los recursos que la Distribuidora acumulaba en la temporada de invierno en la que se producía el 80 % de las ventas del producto.
-Mientras que los gastos eran prácticamente lineales, los cuatro-cinco meses de las grandes ventas tenían que soportar la carga de los siete-ocho meses en que las ventas totales se movían en torno al 20 % por lo que, quien observara frívolamente los movimientos en uno u otro período, podía deducir, erróneamente, que se encontraba ante un negocio fabuloso o ante una ruina irrecuperable,
-Esta circunstancia, curiosamente, sorprendió más si cabe a ErreErreA que el hecho de que, durante años, su socio-amigo hubiera estado birlándole a la Sociedad los beneficios de aquella irregularidad legal que, no obstante, si el Consejo de Administración lo hubiera autorizado, deberían haber aparecido plasmados en la cuenta de resultados de la Distribuidora y no en la cuenta corriente del Director-Gerente.
-Las trece Distribuidoras, a las que hemos hecho referencia anteriormente, operaban en una zona exclusiva de cada una, cuya geografía quedaba establecida a partir del kilómetro CERO situado en la Puerta del Sol prolongando las fronteras con las operadoras vecinas por el lado correspondiente de la calle y formando un sector cuya proyección se perdía teóricamente en el campo.
-Como los desarrollos urbanos en los espacios de nueva calificación y en los perimetrales no se producían de manera uniforme, el crecimiento vegetativo resultante hacía que una Distribuidora con pocos usuarios podía verse favorecida por este fenómeno, mientras que otra de más nivel podía perderlos, sobremanera, si por el “standing” de los nuevos núcleos urbanos, al elevarse, éstos dejaban de consumir gas nobuta embotellado para sumarse a los consumidores de graneles o de otras energías llamadas limpias tales como la electricidad.
-Concluyó el estudio que demostraba que acomodando la plantilla y los gastos generales a las exigencias de mínimos que imponía NOBUTA Central, se podían obtener unas saneadas ganancias desde el primer mes siguiente al ajuste, y cuando le entregó el trabajo al Magistrado que por aquellas fechas había dejado de percibir una importante renta como consecuencia de la monumental estafa de FICOSO, fue invitado por éste a comer en su casa con el fin de que, en la sobremesa, le trasladara los detalles que disiparan las dudas que pudieran surgir.
-En aquella reunión se acordó que, como se había comprometido, convocaría a los socios para aprobar la proposición para hacerse cargo de la explotación del negocio si presentaba un aval que garantizara el riesgo de poner en manos de un desconocido una Empresa que facturaba ya unos trescientos millones de pesetas anuales, prometiéndole que, salvo que en la reunión acordaran continuar con la gestión de venta de la Sociedad, o siguieran explotándola pero no aprobaran el proyecto de arrendamiento de la explotación en estudio, le demostraría su agradecimiento reservándole un puesto de trabajo fijo como adjunto a la nueva Dirección que se hiciera cargo de llevar a cabo las variaciones y ajustes derivados de la propuesta.
-La oferta contemplaba, como veremos, 383.333.- pesetas mensuales para la sociedad propietaria, en función de los siguientes datos, todos ellos muy aproximados, ya que los documentos auténticos quedaron en poder de la Distribuidora y a EmeA le resulta imposible reproducirlos exactamente de memoria:
-Hablamos de 72.000 usuarios que consumían 1,4 botellas/mes lo que suponía 1.209.200 botellas/año.
-El p.v.p. era de 240.- pesetas que se distribuían del siguiente modo:
-Suministradora Central = 200.- ptas.
-Repartidores = 25.-
-Distribuidora = 15.-
-El 80 % de las ventas se producían en la “temporada alta” (otoño-invierno-primavera) = 4’5 meses = (90 días de labor) de forma que:
1.209.200 x 80 % = 967.600 botellas : 90 = 10.751 botellas/día.
-Al comenzar la explotación la parte arrendataria, es decir EmeA, aprovecharía la mora que la Central otorgaba a las Distribuidoras para ingresar su parte en la correspondiente cuenta, establecida en ONCE días lo que le permitiría abrir contablemente la cuenta de Caja con una cantidad mínima (hubiera podido ser una peseta), hasta alcanzar la cifra de 23.652.200.- pesetas que con sus variaciones, en puridad, no tendría que reintegrar hasta la finalización del contrato y que suponían un “colchón” imprescindible para empezar a operar un dos de Enero, si tener que practicar otros desembolsos para dotar al negocio de disponibilidades dinerarias.
-El 20 % de las ventas de la “temporada baja” (primavera-verano-otoño), unas 241.840 botellas, se distribuían en los 7’5 meses (150 días de labor) lo que para la Distribuidora suponía 3.627.600 pesetas que repartidas entre ese tiempo, significaba que, a cada mes, correspondían 483.680.- pesetas y, dado que los ingresos eran inferiores a los gastos medios fijos, las diferencias tendrían que enjugarse con el “superávit” de los meses “buenos”, o con el “colchón” dinerario de la mora.
-El presupuesto de inicio partía del despido por cuenta de la Sociedad arrendadora, del “personal fantasma”, para ajustar la plantilla a los 10 empleados fijos, conforme a las exigencias de la Central, calculando por tal motivo las partidas para gastos y anticipos de la forma siguiente:
-Personal* 350.000.- pesetas
-Sociedad 383.333.- “
-Supervisor 200.000.- “
-EmeA 120.000.- “
-Gtos. gles. y benef. 458.167.- “
___________________
-Total = 1.511.500.- pesetas. x 12 = 18.138.000 ptas.
*Secretaria, 1; Administrativos, 2; Telefonistas, 4; Instaladores, 2; Almacenista, 1. Total = 10.
* * *
-La oferta contemplaba, como se señala más arriba, 383.333 pesetas para la Sociedad propietaria que EmeA se comprometía a abonar mensualmente a cuenta de beneficios que se complementarían con el 50 % de las ganancias netas, ya que el otro 50 % era para él, que se reservaba 120.000 pesetas de sueldo mensual y contaba con el compromiso de la Distribuidora de mantenerlo afiliado a la Seguridad Social porque estaba contemplado en la propuesta.
-Esta cantidad y el compromiso de transferirla mensualmente, desde el primer momento, era la gran apuesta con la que EmeA esperaba ver colmada su aspiración ya que para el Magistrado, que como dijimos antes, acababa de perder los ingresos de su inversión en FICOSO, suponía contar con 199.333.- pesetas cada mes, que harían más llevadera la pérdida.
-La partida de gastos generales y beneficios delata la existencia de margen suficiente para que EmeA se asignara un sueldo mayor, pero no lo planteó para no entrar en ningún tipo de conflicto derivado del hecho de ingresar mensualmente más que el Magistrado y más que el “Supervisor”.
-De todas formas, la previsión de “beneficios” finales, para él, hubiera supuesto un ingreso complementario de no menos de 1.800.000.- pesetas anuales.
-Unos días después del almuerzo-reunión le llamó ErreErreA para decirle que, con el fin de ganar tiempo, le entregara el aval exigido para llevarlo a la reunión que iba a convocar en la que, en cualquier caso, cesaría el actual Director-Gerente con el que “no quería enfrentarse si no fuera estrictamente necesario”, del mismo modo que “no le exigiría explicación alguna acerca de cuanto sobre su gestión había conocido por las conversaciones previas” y que por lo tremendo de los hechos había investigado y constatado convenientemente.
-EmeA, que no cayó en la cuenta de que si acudía a los hermanos Ce y EleErreUve del Banco RICOIBE , muy probablemente hubiera obtenido los apoyos necesarios para hacerse con la garantía suficiente frente a la Sociedad propietaria de la Distribuidora, inició la gestión ante la Compañía Española de Crédito y Caución, que finalizó sin resultado positivo alguno.
-Por la premura del plazo que le impuso ErreErreA, acudió a JotaErre en busca de una solución para aquella inexcusable condición y éste le pidió una copia del informe que ya obraba en manos de la Sociedad propietaria, para estudiarla antes de pedirle cita al Magistrado para abogar en su favor.
-Para entregarle los documentos y explicarle convenientemente el contenido, se reunieron unas horas antes de la convocatoria para la junta de la Sociedad, a la que asistiría el intermediario, en la que, como primera providencia, efectivamente, fue cesado el Director-Gerente, EfeAHache, aunque le “reservaron” el cargo de supervisor de la nueva situación.
-A la mañana siguiente, en los finales de aquel mes de Noviembre, JotaErre citó a EmeA en su casa para trasladarle el resultado de la reunión con la Sociedad Distribuidora y cuando llegó éste, sin más preámbulo, le dijo: ¡Resuelto, nos ocuparemos de la explotación LOS DOS!.
-Sin darle tiempo para reaccionar o al menos para asimilar lo que oía, continuó: ¡Me apoderarán para desempeñar el cargo de Director-Gerente y luego yo te nombraré adjunto a la Gerencia, dando por hecho que te ocuparás del funcionamiento del negocio ya que yo no conozco nada en absoluto de este giro!.
-Sin pausa alguna le espetó: ¡Nos repartiremos las 120.000 pesetas del presupuesto y los beneficios finales de la explotación a partes iguales y, para compensarte, participarás en otros negocios que tengo entre manos, de los que te hablaré oportunamente!.
-Era un “lo tomas o lo dejas” por lo que, EmeA, haciendo de tripas corazón, aceptó la situación que parecía la menos mala de las posibles y, para ultimar detalles, concertaron una cita con ErreErreA en la que acordaron el momento del apoderamiento del nuevo Director-Gerente y la firma del contrato de arrendamiento de la explotación del negocio que debería empezar a operar el primer día hábil del año que se avecinaba y para lo que faltaba menos de un mes, en cuyo primer ejercicio el resultado experimentó un éxito sin precedentes.
-Aquel corolario no permitía lógicamente avizorar que, en los comienzos del verano del año siguiente se desmoronaría todo como un castillo de naipes.
-¡Desastrosa decisión!.
-Si cuando EmeA estudiaba la oferta que iba a plantear a la Sociedad propietaria de la Distribuidora, hubiera tenido tiempo para prospectar en el fenómeno de los espacios de actuación de cada una, conociendo como conocía la facultad de la entidad Nacional para autorizar la creación de nuevas empresas colaboradoras, hubiera desistido de tal intento y hubiera movilizado a JotaErre para que, utilizando la gran amistad e influencia política que tenía con el señor GeCe y con otros grandes directivos de la Nacional, le concedieran una Distribuidora para suministrar núcleos de nueva creación y pujante desarrollo, en lugar de pedirle que mediara acerca de ErreErreA como garante de su capacidad e intachable formalidad aunque ello supusiera, como era lógico suponer el abono de un “coste” por la gestión.
…echa las tuyas a remojar.
* * *
XII(2)
La grandeza, el honor y los perfumes…
-EfeAHache, que no ocultaba el odio que sentía hacia EmeA que había sido quien, en sus palabras, “le había movido la silla” compareció junto con ErreErreA en el acto de traspaso de funciones ante el personal administrativo al que se encargaron de asegurarle que el cambio se debía a “razones de carácter personal” del ex-Gobernador que cesaba como Director-Gerente para dar paso a los nuevos administradores, pero que se ocuparía, en esta nueva etapa, de “fiscalizar” a la nueva Dirección a la que advertía, con un cierto aire jocoso que no conseguía ocultar el enojo que le sobrepasaba, de su determinación a “seguirles los pasos de cerca”.
-Parte fundamental del pacto de arrendamiento de la explotación contenido en el documento que, redactado por el Magistrado en sus aspectos jurídicos, recogía las condiciones esenciales era, precisamente, que la mora otorgada por la Concesionaria Central sería aprovechada por los arrendatarios, por lo que el importe bruto de las ventas desde el primer día de actividad, se ingresaría en la nueva cuenta bancaria de EDIBUCRA constituyendo así el segundo apunte contable en la cuenta de Caja de la nueva administración (el primero sería lógicamente la cuenta de Capital), hecho que, sorprendentemente, no parecía que hubiera entendido ErreErreA y mucho menos EfeAHache.
-Iban transcurridos los primeros cuatro días de la nueva situación y cuando EfeAHache se percató de que las recaudaciones de aquel período no figuraban en los extractos de la anterior cuenta bancaria de la Sociedad propietaria, irrumpió en las oficinas acompañado de ErreErreA como “un caballo en una cacharrería”.
-Como quien sorprende al gato intentando meter la patita en la jaula del canario, y con aquel rictus de soberbia que no podían ocultar quienes como él habían gozado de un poder casi omnímodo, se dirigió a EmeA que ocupaba el sillón que había calentado durante varios años, exigiéndole que justificara adónde había ido a parar el dinero de la recaudación y, sin darle tiempo a reaccionar, se permitió sentenciar: “¡Erre!, como te dije, después de haberme informado bien, no podrían justificarlo. ¿A quién pensarían que iban a engañar? !”.
-EmeA, conteniéndose, después del obligado saludo que le habían negado a él, les invitó a sentarse mientras efectuaba una llamada telefónica sin respuesta ya que su destinatario, JotaErre, a quien esperaba para formalizar la adquisición para EDIBUCRA de un Citroën Dyane 6 para substituir a un viejo y deteriorado Seat 850 que daba servicio a la Empresa, estaba ya de camino y apenas pasaron diez larguísimos minutos cuando hacía su entrada en la oficina donde las empleadas, atónitas, al tiempo que lo saludaron como correspondía, le señalaron el despacho de Dirección moviendo violentamente la mano como quien acaba de introducirla en agua hirviendo.
-Accedió sorprendiéndose de la presencia de EfeAHache y sobremanera de la de ErreErreA que a aquellas horas debería estar en su despacho jurisdiccional, y sin darle tiempo tampoco, el recién cesado le espetó la misma sonora retahíla a la que, con su proverbial calma contestó invitándole a que se serenara, al tiempo que se dirigía a EmeA para que mostrase los justificantes bancarios de los ingresos y los libros de la contabilidad “interna” que se había iniciado el precedente día 2 de aquel mes de Enero, en los que figuraban los correspondientes asientos en el DEBE de la cuenta de Caja y en el HABER de la cuenta contable del Banco de TANDERSAN, cumpliendo así el primero de los compromisos adquiridos con la Sociedad propietaria, y que, a su requerimiento, le facilitó la empleada encargada de la contabilidad.
-Evidentemente no se había recuperado del ”schock” que le produjo verse desplazado de aquella posición que le permitió manejar a su albedrío las cuentas de la Sociedad, y cuando ErreErreA que comprendió antes que él el alcance del concepto de la “mora”, le dijo : “Efe, ya te advertí que te aseguraras antes de dar un paso como éste, pues por lo que veo, aquí no se está produciendo irregularidad alguna”.
-EmeA, aprovechó el comentario del Magistrado para mostrar su contrariedad y su enfado porque sabía que era el destinatario principal del “show”, manifestando en voz lo suficientemente alta como para ser oída hasta en el fondo de la oficina, que era la primera y la última vez que le permitiría irrumpir en su despacho sin llamar y la última que le pasaría acusándole , sin fundamento, de actos de aquella naturaleza, advirtiéndole que si se le ocurría repetir, con sus propias manos lo pondría de “patitas en la calle”.
-No estaba acostumbrado a recibir réplicas públicas o privadas, por lo que, palideciendo de ira, le contestó balbuciendo que cuando se dirigiera a él lo hiciera “con el debido respeto” ya que gozaba del tratamiento de “excelencia” y, como salida, le recomendó que no se olvidara de dirigirse a la Central para comunicarle el número de la nueva cuenta bancaria a la que remitirían los cargos del gas que la Central giraba por el importe que resultara de deducir del total de los suministros diarios las 40 pesetas de comisión cedida a la Distribuidora.
¡Soberana estupidez!
-Como se dice en términos castrenses, EmeA se encargó de “la explotación del éxito y la persecución del enemigo” insistiendo en que, en la propuesta de explotación que recogía el contrato que permitía que él estuviera ocupando aquel sillón, ya se explicitaba que los ingresos a la cuenta de NOBUTA Central desde el día del inicio de la nueva administración, se liquidarían de acuerdo con la correspondiente cláusula actualizada del contrato de comisión con la Suministradora Nacional.
-Por tanto, de lo que habría de ocuparse él, en evitación de cualquier conflicto, era de que ésta recibiera los importes de los suministros efectuados hasta el último día hábil del año recién consumido, con los recursos existentes en la anterior cuenta de EDIBUCRA, si había fondos, o con los suyos propios, ya que la nueva administración partía de unos activos que, entre otros bienes, contemplaban las cargas de gas existentes en el almacén al 31 de Diciembre.
-ErreErreA, conciliador, pidiendo “con la boca chica” disculpas por lo inadecuado de las formas en aquella visita que calificó como “muy esclarecedora”, invitó a los presentes a tomar café, invitación que EmeA declinó aduciendo razones de trabajo, para no permanecer donde se encontrara aquel ex-Gobernador déspota y tiránico que otrora, con su comportamiento, inspirara al llamado “poeta de Régimen”, José María Pemán, en la creación de la obra teatral titulada “Los tres etcéteras de Don Simón”.
-En aquel primer ejercicio que JotaErre dedicó, con sus “camaradas” a conspirar contra todo lo que se les venía encima, moviéndose constantemente por una buena parte del País, como intentando “tomarle el pulso” directamente, apenas apareció por la oficina media docena de veces.
-Veían traidores por todas partes y no les faltaba razón pues, del Rey hacia abajo, pasando por Suárez y los demás, todos habían jurado fidelidad a Franco y a las Leyes y Principios Fundamentales del Movimiento y, aunque amparados en aquella estratagema legal inventada por Torcuato Fernández Miranda que “de la Ley a la Ley” permitió el tránsito a la Democracia, creyeron revestirse de legitimidad en lugar de intentar alcanzarla heroicamente por otros medios, aunque supusiera riesgo físico o de otro tipo.
-Cumplió aquello que le había prometido a EmeA cuando le usurpó el contrato de explotación de EDIBUCRA, y no interfirió en modo alguno en las pequeñas y/o grandes decisiones que exigía la recta dirección de un negocio que visitaba únicamente para retirar dinero del “sueldo” o a cuenta de los beneficios y que, al finalizar el período anual estaban exprimidos hasta el punto de que, en varias ocasiones se dirigió a su “socio” para hacer lo que mejor sabía: pedir dinero prestado que no devolvió jamás.
-Mientras tanto, ajeno totalmente a sus movimientos, EmeA timoneaba la nave de EDIBUCRA superando no pocos conflictos interiores semejantes a los que se daban, no sólo en las demás Distribuidoras sino en prácticamente todas las empresas sobrevivientes de España.
-Iban a tener que acostumbrarse a las huelgas y otros medios de presión del personal laboral, como parte de sus legítimas reivindicaciones y, por si esto fuera poco, surgió un problema que en principio afectaba sólo a dos Distribuidoras y que, en poco tiempo, y como si de una mancha de aceite se tratara, se extendió a todas las demás.
-EfeAHache “vestía el muñeco” ejerciendo su función de control de la nueva Dirección, limitándose, después del patinazo descrito, a comprobar que se enviaban con regularidad los soportes documentales de los movimientos económicos a la Gestoría Administrativa en la que se confeccionaba la contabilidad “oficial”, paralela a la que se llevaba en la oficina y que, por razones lógicas, variaba el signo de algunas cuentas aunque sin que esto supusiera contradicción con los resultados económicos finales.
…los que los llevan apenas los sienten.
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